Fortalece tu fe con 33 oraciones para después de comulgar Descarga gratis el PDF

Las plegarias posteriores a la comunión tienen como objetivo consolidar la conexión con Jesús, que se ha convertido en el pan de vida. Acompañadas de una profunda reflexión y una ferviente oración, permiten a Cristo sanar y liberar de cualquier tipo de maldad que pueda oprimirnos. ¿Te gustaría conocer más acerca de estas oraciones y su propósito? Entonces te invitamos a continuar leyendo.

33 oraciones para después de comulgar pdf

Oración a San José

Querido San José,

Te ruego que protejas a mi familia y a mis hijos, al igual que hiciste con Jesús y María, cuando estaban en peligro de manos asesinas. Desde el vientre, cuidaste de tu hijo Jesús con fidelidad a la causa y a los deseos de Dios, a pesar de no ser su padre biológico. Confío en ti, que eres lo más sagrado que tengo en mi familia.

Escucha mis plegarias y ruega por mí, para que mis peticiones lleguen a Dios y a tu hijo. Que tu poder celestial sea mi guía, con tu bondad y tu sabiduría, pues solo tú sabes cómo ser un buen padre, esposo y protector en tu gran misericordia.

No tengo suficientes palabras para alabar tus acciones y compromiso, San José. El amor que tienes por tu familia es inigualable, como lo demuestras cada día con tus devociones y tus habilidades como carpintero. Yo te imploro que beses a tu hijo por mí, patrono de los padres adoptivos y ejemplo de buenos sentimientos. Ámame y cuídame, de la manera en que solo tú sabes hacerlo, manteniendo unida a mi familia como tú lo hiciste con la tuya. Danos el privilegio de ser testigos de la bondad humana, como tú lo fuiste al recibir al salvador, Jesús.

Con todo mi corazón, te agradezco, San José, por ser un ejemplo de amor y protección hacia tu familia y la humanidad. Que tu bondad y tu amor perduren por siempre en nuestras vidas.

Amén.

Después de comulgar

Recibir a Cristo en forma de pan es un acto sagrado y simbólico, que representa lo que él hizo en la última cena. Es un momento importante en la vida de todo cristiano, pero ¿qué debemos hacer después de comulgar? Al recibir su cuerpo, debemos actuar libres de pecado y orar, ya que estas son las acciones más importantes que podemos llevar a cabo después de comulgar. De esta manera, nuestro espíritu se fortalecerá y nos acompañará durante toda nuestra vida.

Comulgar nos permite tener una conexión única con Cristo. Él nos ha dado la misión de continuar su legado, sembrando las bases de una iglesia fuerte y promoviendo el respeto a la oración y la fe en un solo Dios. Esta conexión nos permite pedir a Jesús que cumpla nuestras peticiones más profundas, como las de salvación y curación. Sin embargo, debemos hacer estas peticiones sin malicia ni dobles intenciones, por eso es esencial prepararnos y estar limpios de pecado y arrepentimiento antes de comulgar. Después de todo, estamos hablando con Dios y nuestro templo interno debe estar puro para recibirlo.

PETICIONES

Bendecir y santificar a mis padres, hermanos, parientes, amigos y enemigos es importante, ya que de esa manera todos podremos serviros en la tierra y disfrutar juntos de vuestra presencia en el Cielo.

Expresando gratitud en forma de oración

Querido Dios, quiero expresar mi gratitud por enseñarme que la verdadera riqueza no se encuentra en lo material, sino en valores más importantes como la misericordia y el calor de un abrazo. Mi corazón está lleno de agradecimiento por todas las veces que has alejado de mi vida aquello que yo creía necesario, pero que tú me has demostrado que no lo era.

Desde lo más profundo de mi ser, espero que mis palabras reflejen la sinceridad de mi corazón. Te canto en alabanza y me uno a tu credo, porque solo en ti encuentro paz y descanso. Gracias por guiarme hacia las verdaderas riquezas y enseñarme a valorar aquello que realmente importa en la vida. Te amo.

ORACIÓN DELOS PROPÓSITOS

¿Incumplo mis responsabilidadesen el estudio o en el trabajo? Las cumpliré por amor a Jesús. ¿Me encomiendo a Dios? Dejaré de lado la pereza en mis oraciones y las rezaré diariamente.

¿Acaso no estoy cumpliendo adecuadamente con mi tarea en el estudio o en el trabajo? Lo haré por amor a Jesús. ¿Me confío en Dios? No descuidaré mis oraciones por pereza y las realizaré cada día.

INTERCAMBIO CON JESÚS

Jesús: ¿Te alegras de haberme aceptado?

Joven: No puedo negarlo, mi Jesús, siento una gran alegría en mi corazón.

Jesús: ¿Te gustaría tener una amistad cercana conmigo siempre?

Joven: Sí, me encantaría.

Jesús: Depende de ti, Yo te amo.

Joven: Es cierto, pero hay algo en mí que me impide estar en tu compañía.

Jesús: ¿Qué es eso?

Joven: Te lo diré, mi buen Jesús. Son mis pasiones.

Jesús: Precisamente la Comunión tiene el efecto de calmar esas pasiones.

Joven: Oh Jesús, procuraré comulgar con frecuencia y con todo mi fervor.

Jesús, proteged mi alma del pecado.

Jesús, infundid en mí toda virtud.

Jesús, ayudame a ser...

Invocación al Canto del Amor

Dios, en tu presencia me arrodillo y te adoro. Junto a tu madre, ambos llenan mi ser de gloria. Respeto tu pasión y celebro contigo la resurrección. Eres mi salvación, perdón y todo en mi ser. Cuídame de mal y peligros, pues eres mi carne y los ángeles y arcángeles cantan en tu honor. Haz que todo acto de mentira en tu nombre sea condenado y que aquellos que engañan y profanan tu pureza sean castigados y conozcan tu verdadera divinidad. Eres el ser supremo y único juez de los vivos, pues eres el creador de todo. Protégeme del pecado y de la maldad, calmando mis pasiones y enfados.

Nadie puede amarte como yo, mi Dios. Te entrego mi alma y mis acciones son tuyas, haz conmigo lo que quieras, pues creo en ti y en tus planes para mi vida. He sido testigo de la belleza de tu creación: las flores, las nubes, la lluvia. Todo demuestra cuánto más amas, y me ofreces perdón y la dicha de ser quien soy para ti.

Oración para pedir piedad

Oh Jesús, no me desampares, pues tú eres mi pastor, mi guía en este mundo tumultuoso. De tu mano me aferro con fuerza cuando el camino se vuelve incierto, pues tú eres el camino de la salvación, el faro que me lleva hacia la luz en medio de la oscuridad.

No permitas que caiga en la tentación, cúbreme con tu manto en las noches frías, cuando la tentación acecha y el pecado me llama. Tú eres mi protección en esta batalla constante, mi defensor contra las debilidades de mi corazón.

Con tus brazos abrásame, para que sea una sombra a tu lado. En el día del apocalipsis, cuando el mundo tiemble y todo parezca perdido, yo estaré feliz de conocerte y ser parte de tu reino glorioso. Porque tú, mi amado Jesús, eres la fuerza que me sostiene y la paz que nunca se acaba.

Invocación para forjar fe en Jesús

Te invito a que me otorgues cada acción, a que cada bondad que realices sea como si fuera tuya, a que te muestres en cada acto solidario, ya que tú eres vida, paz y amor. Ven y regálame cada gesto, permíteme sentir tu presencia en cada buena acción que realizas y muestra tu verdadero ser en cada acto de solidaridad. Tú eres la esencia de la vida, la paz y el amor.

Oración para el miedo

Querido Jesús, aquí estoy, tu humilde siervo y amado hijo, lleno de temor ante lo desconocido y la incertidumbre. Me asusta la oscuridad que acecha en la vida, las llamas del infierno, el frío de la muerte y el olvido inminente.

Siento una profunda desprotección y soledad, mientras mis lágrimas caen y solo imploro tu fortaleza. Sé que nada podrá dañarme, pero soy débil y necesito de tu presencia para alcanzar la tranquilidad. Confío en que bajo tu cuidado, mis temores quedarán bajo control. Estoy listo para enfrentar las pruebas que me esperan y solo te comparto mis preocupaciones para que me otorgues el valor necesario para superarlas.

Oh Virgen María, sé mi madre y cobíjame bajo tu manto protector. Tengo miedo de mi destino, al igual que tú tuviste temor por tu hijo. Confío en ti para que seas mi esperanza cuando no vea la luz, pues siento que la tristeza invade mi alma. Lloro como un hijo desamparado, pues siento que no puedo más. No solo temo mi destino, sino también el dolor que me acompaña.

Quédate Señor conmigo

Señor, te ruego que permanezcas conmigo, pues mi alma, aunque pobre, anhela que seas mi consuelo, mi jardín secreto, mi refugio de amor.

Ya se hace tarde, caen las sombras y la vida pasa, la cuenta se aproxima y necesito multiplicar mis días y esfuerzos. No puedo detenerme en el camino, por eso te suplico que te quedes conmigo.

En esta noche oscura, me enfrento a la amenaza de las tinieblas, tentaciones, sequedad, dolor y cruces. Mi corazón suspira por tu presencia, Jesús mío, para enciender la luz en mi destierro, ¡cuánto te necesito!Quédate, Señor, conmigo, porque en esta noche de la vida y sus peligros, deseo ver tu claridad y ser guiado por ella. Muéstrame, Jesús, como a tus discípulos en el momento del partir del pan, para que la unión eucarística sea mi luz que aleje las tinieblas, la fuerza que me sostenga y la única felicidad que llene mi corazón. En esta noche oscura, me enfrento a la amenaza de las tinieblas, tentaciones, sequedad, dolor y cruces. Mi corazón suspira por tu presencia, Jesús mío, para enciender la luz en mi destierro, ¡cuánto te necesito!Quédate, Señor, conmigo, porque en esta noche de la vida y sus peligros, deseo ver tu claridad y ser guiado por ella. Muéstrame, Jesús, como a tus discípulos en el momento del partir del pan, para que la unión eucarística sea mi luz que aleje las tinieblas, la fuerza que me sostenga y la única felicidad que llene mi corazón.

Artículos relacionados