Testimonios impactantes de las almas del purgatorio: ¿verdad o mito?
Es imperativo que comprendamos plenamente que cuando ofrecemos una limosna a las almas necesitadas, por más pequeña o grande que sea, en realidad estamos brindándole directamente a Dios. Él la acepta y la considera como si se la hubiéramos dado personalmente a Él.
La Identidad y los Deseos Una Exploración
Muchas son las historias que se acumulan en este tema. Existen numerosos ejemplos que podrían ser contados. É,stas son las noticias constantes que escuchamos sobre "fantasmas". Algunos creen que se trata de almas terrenales, que por alguna razón no han podido ascender a la Luz de Dios. Se mantienen unidos a algú,n objeto, persona o evento de este mundo. Incluso hay un famoso show de televisió,n, llamado "The Ghost Whisperer", en el que una mujer cató,lica, Mary Ann Winkowski, afirma tener contacto con estos seres.
Segú,n la teorí,a de Winkowski, estos espí,ritus permanecen en este mundo por haber tenido egos desmedidos, por temor al juicio, por haber muerto de forma violenta e inesperada, por estar llenos de ira o por estar demasiado apegados a sus hogares. Segú,n ella, estas entidades a menudo provocan cambios bruscos de humor en las personas, porque se alimentan de la energí,a de las emociones de los vivos, especialmente del miedo y la ira. Esta teorí,a tambié,n ha sido corroborada por otros santos, pero la recomendació,n siempre es la misma: no debemos establecer contacto con estos seres, puesto que serí,a pecado de nigromancia.
EL FANTASMAL LLAMADO TELEFÓNICO DE LA FALLECIDA MADRE SEGUNDA PRUEBA
Una experiencia personal no compartida con mi familia
Hace cuarenta años, perdí a mi madre y poco después tuve un sueño vívido y realista sobre ella. No suelo recordar mis sueños, pero este sigue presente en mi mente como si fuera ayer.
Un encuentro telefónico con mi madre fallecida
En mi sueño, escuché el timbre del teléfono y me levanté para responderlo. Todo era tan real, bajé las escaleras hasta la cocina donde estaba el teléfono.
Una llamada que me llena de alegría
Tomé el teléfono y respondí con un "hola", pero en el otro extremo no era una voz desconocida, sino la de mi madre. Sonaba feliz y no como en sus últimos años de vida. Me preguntó si sabía quién era y le confirmé que sí.
Conversaciones sobre su partida
Mi madre me dijo que me llamó porque sabía que estaba preocupado por ella. Su fallecimiento fue a causa del alcoholismo y ella sabía que lo lamentaba. Me dijo que se sentía mucho mejor y reconocía que su comportamiento en vida había sido erróneo.
Una visita limitada pero valiosa
Mientras hablábamos, pude oír voces de fondo y ella me dijo: "¿Oyes eso? Estamos todos ocupados aquí". Luego me reveló que sólo tenía un poco de tiempo para hablar conmigo, lo cual me dejó con deseos de continuar la conversación. Sin embargo, ella respondió con firmeza que no podía extender más su estadía.
EL ADIÓS DEL MARIDO CUANDO LA MORTE DESEÓ LLEVARSE A SU ESPOSA
Jayni Flories, residente de Las Vegas, recordó con tristeza la semana en que su madre estaba en las últimas. Ella y su hermana se turnaban para cuidarla durante la noche y estar a su lado en sus últimos momentos. En medio de esas largas noches, Jayni experimentó algo inusual.
Una noche, mientras estaba despierta junto a su madre, sintió que ésta tenía problemas para respirar. Preocupada, fue a su lado y encontró que estaba dormida en paz. Sin embargo, notó un detalle extraño en el pasillo: una figura oscura, cuya cara no podía ver, con el torso y las manos cruzadas. Al observar mejor, creyó que se trataba de las manos de un hombre. Al voltear, la figura desapareció, pero al mirar a su madre de nuevo, volvió a verla en el rabillo del ojo.
Cuando Jayni compartió esta experiencia con su hermano y su hermana al día siguiente, ambos afirmaron con tranquilidad que se trataba de su padre, que venía por su madre. Lo curioso es que su padre había fallecido en 1966, pero la presencia de esa figura en el pasillo era evidente en 1992. Pocos días después, la madre de Jayni también falleció.
¿Te ha sucedido alguna vez sentir la presencia de un ser fallecido? ¿Crees que pueden manifestarse de diversas maneras, incluso después de décadas de su muerte? Jayni Flories sin duda cree que sí, después de su inquietante experiencia.
ÚLTIMO ADIÓS EN LA CEREMONIA FUNERARIA DEL CAMPO SANTO
"Mi cuñada fue encontrada muerta en su apartamento", relató Carolina. Vivía sola y a varias horas de distancia de nosotros. Ella siempre nos dijo que le encantaría ser enterrada en la parte vieja del cementerio, donde descansaban sus padres. Sin embargo, siempre pensaba que tendría que ser enterrada en la parte nueva debido a la falta de espacio.Cuando mi marido y yo nos esforzábamos por organizar su funeral, nos encontramos con pequeñas pistas entre sus pertenencias. Tratamos de cumplir sus deseos en la medida de nuestras posibilidades. Debido a que había estado muerta varios días antes de ser encontrada, fue necesario incinerarla inmediatamente.
Mientras nos acercábamos al cementerio para preparar su sepelio, nos recomendaron que podríamos enterrar sus restos junto a sus padres. Esto nos llenó de alegría y supimos que era exactamente lo que ella hubiera deseado. Habíamos comprado un gran ramo de rosas con una estatua de Nuestra Señora de Gracia en el centro.
Mientras el director de la funeraria colocaba las rosas en la tumba, una de ellas se desprendió del ramo y cayó a mis pies. Iba a volver a colocarla, pero el director y mi nuera me dijeron que no, que era para mí. Sentí una abrumadora sensación de paz. Llevé la rosa a casa y la puse en...
CRÓNICA DE UN HISTORIADOR EL SÉPTIMO TESTIMONIO
El historiador Fernando de Castilla nos relata otro suceso que ocurrió entre los años 1324 y 1327 en la ciudad de Colonia. En ese lugar residían dos religiosos de la orden de los Dominicanos, uno de ellos era el beato Enrique Suso, quien era conocido por su gran talento (1295-1366). Ambos compartían los mismos estudios, la misma forma de vida y sobre todo el mismo anhelo de alcanzar la santidad, lo que había forjado una estrecha amistad entre ellos.
Al graduarse, cuando llegó el momento de separarse y volver a sus respectivos conventos, acordaron juntos que, si uno de ellos moría primero, el otro le brindaría asistencia durante todo un año celebrando dos misas por semana. Una sería una misa de Réquiem los lunes, como era tradición, y la otra sería la misa de la Pasión los viernes, según lo permitían las Rúbricas.
Lamentablemente, el primer en partir fue el sacerdote cuyo nombre no ha sido registrado, dejando al Padre Suso con un profundo sentimiento de resignación ante la voluntad de Dios. Aunque había hecho un pacto con su amigo, el paso del tiempo lo había hecho olvidar. Sin embargo, no dejó de orar fervientemente por su amigo, imponiéndose penitencias y realizando otras buenas acciones. Pero no tomó en cuenta cumplir con la promesa de celebrar las misas que había acordado años atrás.
Una salvación milenaria en pocos días con la ayuda del Santo Rosario
Una historia sobre una joven de clase alta llamada Alexandra, que fue milagrosamente transformada y aceptada por la sociedad
En sus relatos, Flammin y muchos otros autores narran los acontecimientos de una joven noble conocida como Alexandra. Esta joven, cuyo rango y estatus social eran privilegiados, experimentó una transformación milagrosa que la llevó a ser aceptada por la sociedad.
La visión de Padre Pío y las almas en el purgatorio
El encuentro con el Padre Pío
Cuando me encontré con el Padre Pío, él me recibió con gran cariño y me dio el pésame por la pérdida de mi padre. La pregunta sobre si mi padre había logrado alcanzar el cielo surgió durante nuestra conversación y su respuesta me causó sorpresa. "Era el hijo de la culpa y debe cumplir su condena", dijo el Padre Pío. En ese momento comprendí que mi padre se encontraba en el purgatorio.
La súplica por el alma de mi padre
Deseando ayudar a mi padre a salir del purgatorio, le pregunté al Padre Pío si podía decirle a mi familia que celebrara misas gregorianas en su honor. Con su aprobación, regresé a Pietrelcina decidido a hacer todo lo posible para obtener la salvación de su alma. Me dediqué a mendigar en el pueblo y en el campo, ofreciendo cada paso y esfuerzo con un único objetivo: apoyar a mi padre en su travesía hacia el cielo.
La gracia alcanzada
Después de algunos meses, el Padre Pío se comunicó con Fra Giovanni Iamarrone, mi cohermano de noviciado, para darme una sorprendente noticia. "Dígale a Fra Modestino que su padre ya se encuentra a salvo. Fue salvado por sus oraciones y buenas intenciones. Ahora está en el cielo", le dijo el Padre Pío. Este mensaje me llenó de alegría y gratitud hacia Dios, quien había escuchado mis súplicas y había concedido la salvación a mi padre gracias a mi esfuerzo y dedicación.
QUÉ HACEMOS CON ESTO
El funeral fue un acto poderoso que demostró el amor redentor de Cristo, brindando consuelo a un alma que abandonó este mundo de forma repentina.
Sin importar si alguien vio o no al difunto, la misa fue eficaz en su propósito.
La presencia del alma en una visión es una prueba de ello.
Es posible suponer que las oraciones de los fieles fueron escuchadas, y podemos confiar en que lo que se vio en la visión fue verdadero: Henry partió hacia la luz y el amor de Cristo.