¡Conoce al angel del pesebre y su significado en la Navidad!

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Qué representa el Ángel

El Ángel en el Belén: un recordatorio del anuncio de la buena noticia

El Ángel es una de las figuras clave en la tradición del Belén, recordándonos su papel fundamental en el anuncio del Nacimiento de Cristo a los pastores cercanos a Belén. Durante los días previos a Navidad, el Ángel permaneció cerca, cuidando y guiando a los pastores hasta el pesebre donde se encontraba el Mesías, mientras también llevaba la buena nueva a los Reyes de Oriente y los conducía con su luz hasta el lugar.

La Anunciación y su representación en el Belén

Una de las escenas más icónicas del Belén es la Anunciación, donde el Ángel desempeña un papel protagónico. Esta figura suele ser colocada en el interior o encima del pesebre, a menudo portando una cinta con la palabra "gloria" como símbolo de su participación en el coro celestial que proclamó: "¡Gloria a Dios en las alturas!"

Las enseñanzas celestiales de los ángeles

En el pesebre, podemos encontrar varios ángeles, cada uno con una tarea específica: el Ángel del Niño Jesús, el Ángel de la Santa Faz, el Ángel de la Resurrección, el Ángel de la Eucaristía y el Ángel del juicio final.

Su presencia en este lugar sagrado tiene como propósito contemplar, anunciar y transmitir la comprensión de múltiples misterios, entre ellos, el del anonadamiento del Hijo de Dios encarnado.

Este hecho nos enseña que un solo ángel no es capaz de entender completamente tan profundo misterio, sino que necesita ser iluminado por otro ángel, quien le irá revelando diferentes aspectos de la vida de este Niño.

El significado del dolor de este Divino Niño

Consuélate, pues el aroma de nuestro Lirio no se desperdiciará, muchas almas puras vendrán a recogerlo. Con su Amado, subirán juntos a la montaña de la mirra, compartiendo su sufrimiento y secando las lágrimas de su Divino Rostro. Al contemplar las preciosas lágrimas en su rostro, exclamarán: "¡Oh, Jesús! ¡Qué hermosas son las perlas que brillan en tu rostro!"

El Ángel del Divino Niño entenderá que las lágrimas de Jesús son más resplandecientes que el brillo del cielo y más bellas que el rocío de la mañana.

Este Santo Niño es de naturaleza divina

Existe una enseñanza en la doctrina que afirma que Jesús tenía a todos los ángeles como protectores (referencia a Mc 1,13). Sin embargo, santa Teresita nos muestra a un personaje creado por ella mismo para cumplir las labores propias de un ángel guardián, al que ella llama "Ángel del Niño Jesús".

La revelación celeste a los humildes pastores

En el Evangelio de Lucas, se relata cómo había pastores en la zona, vigilando y cuidando su rebaño durante la noche. En ese momento, un ángel del Señor se les apareció, envolviéndolos en la gloria del Señor y provocando un gran temor en ellos.

Sin embargo, el ángel les dijo: “No temáis, porque tengo buenas noticias que traerles, grandes y alegres, para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, ha nacido un Salvador, Cristo, el Señor. Además, les daré una señal: encontrarán a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre”.

Una vez los ángeles regresaron al cielo, los pastores deciden: “Vayamos ahora mismo a Belén y veamos lo que ha sucedido, lo que el Señor nos ha revelado”.

Se apresuraron y encontraron a María y José, junto con el niño acostado en el pesebre. Al verlo, compartieron la noticia que les habían anunciado sobre el niño. Todos aquellos que escucharon se asombraron de lo que los pastores les contaron, mientras que María, por su parte, conservaba todas estas cosas en su corazón y las meditaba.

Finalmente, los pastores regresaron a su rebaño, glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían escuchado y visto, tal como les había sido anunciado.

La verdadera esencia se revela en el dolor y la aflicción

¿Acaso no conoces la ingrata naturaleza de los seres humanos? ¿No estás al tanto de las profecías del sabio Isaias, cuya visión divina anticipaba los misterios de Jesús?

El profeta afirmaba que su apariencia no sería atractiva ni majestuosa, no despertaría nuestros deseos y lo despreciaríamos. Sería considerado el más insignificante de los hombres, un hombre sufrido y conocedor del dolor. Parecería estar oculto y rechazado, como un leproso herido por Dios y humillado.

Su rostro carecería de brillo y encanto, sin embargo, muchos lo ignorarían y no lo reconocerían como el hijo de Dios. Lo verían con desprecio y lo considerarían como un ser insignificante, sin embargo, él soportaría todo con humildad y amor incondicional.

La Perspectiva de Benedicto XVI sobre el Ángel

Benedicto XVI destaca en su obra, 'La Infancia de Jesús', que fue un Ángel el encargado de anunciar a los pastores que había nacido Jesús. En su relato, el evangelista Lucas menciona que "alrededor del ángel apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios diciendo: '¡Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace!".

El Santo Padre sostiene que el autor bíblico menciona que los ángeles "hablan", pero él subraya que "para los cristianos siempre ha sido evidente que el hablar de los ángeles es en realidad un cantar, en el que se manifiesta de forma tangible toda la grandeza de la gran alegría que proclaman".

Este hecho, según el Papa, simboliza la importancia de la música en la fe cristiana, ya que a través del canto se hace presente la celebración celestial que acompaña la llegada de Jesús a la tierra. Además, la presencia de la legión del ejército celestial en el anuncio de los ángeles demuestra el gran significado que tiene el nacimiento del Mesías para toda la humanidad.

De esta manera, Benedicto XVI invita a reflexionar sobre la importancia del canto y la música en la religión y nos recuerda que en el momento del nacimiento de Jesús, incluso los ángeles se unieron en alabanza y alegría por tan maravilloso acontecimiento.

Funciones del Mensajero del Niño Dios

El Ángel del Niño comenta sobre todos los oficios que desempeñará para atender al Niño, los cuales también realiza nuestro bondadoso Ángel de la guarda:

"¡Oh, Jesús! Será muy placentero presenciar tus conquistas... Con gran diligencia informaré a fiel José sobre la hora de tu retorno a tu patria. Seré yo quien acompañe a tu divina Madre en el viaje y la sostenga durante los trajines.

Bajo la sombra de las palmeras, mientras ella te arrulla durante la noche para dormirte, estaré allí vigilando por ustedes, alejando los peligros y temores nocturnos. Cantaré melodiosamente las canciones del paraíso y, al ver dormitar al Verbo eterno y a su augusta Madre, los cubriré con mis alas para protegerles de los fríos del desierto!".

La ternura de este Niño conmueve a los ángeles

Oh no! ¿Por qué me habré convertido en un ángel, incapaz de sentir dolor? Jesús, daría mi vida por ti, en un dulce intercambio.

¡Qué deseo morir por ti!

El encanto irresistible del Niño Jesús cautiva y seduce

La figura que aparece en la obra de santa Teresita tiene una importante función: revelar la hermosura del Hijo de Dios. No duda en proclamar con determinación: "Tu cara divina supera la luminosidad de los cielos y cuando los mortales presencien tu belleza, entregarán apresuradamente sus corazones, viviendo únicamente para ti".

La victoria del dolor total

Este pequeño ser volverá a la vida. ¡Y gobernará siempre con su presencia divina!... ¡Oh ser supremo encarnado en un Niño! Te admiro en tu resplandor. ¡Y desde ahora en tu victoria!... Removeré la roca del sepulcro. Y al ver tu rostro tan sublime. Entonaré un canto de alegría. Y me regocijaré al ser testigo con mis propios ojos ¡de tu gloriosa resurrección!

Gran Enigma del Amor

Venid todos a postraros ante el Altar, donde la presencia divina se oculta en un misterio incomprehensible. En este lugar sagrado, el pequeño como un niño, contemplamos al Creador de la vida misma. Es el Dios Todopoderoso, omnipresente en la Eucaristía.

Oh, Divino Jesús, aquí está el culmen de tu amor por nosotros, aquel que se hace visible para los débiles seres humanos en la Faz celestial que los ángeles no pueden soportar. Pero, ahora, tú decides ocultarla aún más, bajo un velo más denso que incluso la naturaleza humana. Jesús, sin embargo, no puedo apartar mi vista de la hostia, en la cual brilla el resplandor de tu rostro. Tus encantos divinos no están ocultos para mí, sino más bien, los contemplo con admiración.

Son tus ojos inefables lo que transciende a las almas puras, invitándolas a recibirte de la misma manera que la paloma se refugia en la grieta de la roca. Así es como tus fieles esposas buscan ardentemente tu presencia divina. ¡Oh, cómo vislumbro cómo sus...

El retorno triunfal del Pequeño Mesías

Con ansias, el Ángel proclama que pronto veremos al Omnipotente, resplandeciente de gloria y victoria. Aplaudiremos su triunfo y seremos testigos del destello inefable de sus ojos, velados por lágrimas y sangre. Admiraremos su adorable faz en todo su esplendor radiante, mientras lleva el cetro de la Cruz sobre las nubes. Y a través de su voz, lo reconoceremos como Rey y Juez.

¡Oh ángeles del cielo, llamas puras! Os amo inmensamente, pero también profeso un amor profundo por las almas. Fueron creadas para mí, con un deseo infinito que solo yo puedo colmar. Cada alma que me ama se convierte en un Paraíso para mí.

En medio de este misterio de amor, te invito a acercarte al pesebre y a adorar al Niño que vino a traer el Paraíso a tus manos. Porque él te ofrece la vida de Dios y el amor divino.

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