ante la partida de su madre

Saludos a todos los que se encuentran en mi blog y agradezco infinitamente su presencia. Aquí podrán encontrar una selección de mis gustos y también de aquellas cosas que generosamente fueron compartidas conmigo, creando así un archivo personal. Este espacio refleja mi evolución en cuanto a intereses, pensamientos y emociones desde que comencé este proyecto. ¡Espero que su estadía aquí sea agradable y que les traiga buena fortuna y un gran viaje en su vida!

Las súplicas maternas de Agustín

¡Hoy es el día de Santa Mónica! En esta jornada especial, recordamos a la madre de San Agustín y compartimos un extracto de su obra Las Confesiones. En ella, Agustín, abrumado por la pérdida de su madre, se permite finalmente expresar sus emociones desde lo más profundo de su corazón.

carta de san agustín a la muerte de su madre

En la vida de todo padre, hay momentos en los que nos preocupamos por el bienestar de nuestros hijos. En esos instantes, cuestionamos si nuestras guías y rezos serán suficientes para ayudarles en su camino. La meditación de Agustín es un símbolo de esperanza para todos aquellos padres y madres preocupados por sus hijos, ya que sus palabras revelan el poderosa influencia de un padre amoroso. Aunque quizá no lo veamos hoy, las buenas acciones que realizamos por nuestros hijos darán frutos en sus vidas en algún momento.

O Dios compasivo, que consuelas a los afligidos y acogiste con ternura las lágrimas de Santa Mónica por la conversión de su hijo Agustín, por su intercesión te pedimos que nos arrepintamos sinceramente de nuestros pecados y alcancemos tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios por los siglos de los siglos. (Oración de la colecta del Misal Romano)

Junto a la Despedida Final El Arte de Acompañar en la Muerte

La muerte no es nada... San Agustín

Luego de culminar su educación en Cartago, Agustín regresó a su pueblo natal, Tagaste, para impartir clases de gramática y oratoria. Sin embargo, apenas cumplidos los veinte años, volvió a Cartago, esta vez como docente.

San Agustín nació en el año 354 en el norte de África, hijo de Patricio y Santa Mónica. Tuvo un hermano y una hermana, quienes también recibieron una educación cristiana. Su hermana llegó a ser abadesa de un convento y, tras su fallecimiento, San Agustín escribió una carta a su sucesora ofreciendo consejos para la futura dirección de la congregación. Esta carta se convirtió en...

carta de san agustín a la muerte de su madre

El estado de salud de su madre empeoró, primero con problemas en sus pulmones, luego en su presión arterial y su corazón. Rogué a Jesús por su sanación, pero si no era su voluntad, pedí que la llevara sin sufrir. De repente, ella dejó de luchar y comenzó a respirar lentamente hasta que finalmente dejó de hacerlo. A ti, mamá, gracias por todo lo que hiciste por mí. Donde sea que estés, te amo y te amaré por siempre. Fuiste y sigues siendo mi única verdad, el único amor que me ha salido bien. Ya no quiero seguir yendo al psicólogo ni participando en grupos de montañismo o de literatura...

Subí a casa y pude besarla y tomar sus cálidas manos. Me senté junto a ella en un sillón, como hice la noche anterior, contemplando sus profundos ojos claros. No podía hablar, su respiración era débil. Estaba extremadamente delgada, en los huesos. Recuerdo que en un momento me recosté junto a ella en su almohada y, por un instante, se incorporó sorprendida al verme así, pero luego volvió a su posición original.

La carta de Agustín a su madre

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¡Qué suerte tienes de tener una fe tan firme! Yo solía creer, pero después de tantas dificultades y de implorar sin respuesta, ya no puedo creer en NADA. Durante años he rezado, pedido y llorado sin encontrar alivio, especialmente cuando se trataba de mi hija, quien finalmente murió. Me pregunto dónde estabas TÚ, a quien tantas veces llamé. Parece que nadie me escuchó, así que la vida continúa y ya no imploraré más por...También tengo una hija que sufre, al igual que tú. Al principio, pedía con todas mis fuerzas, pero no recibía respuesta. La vida sigue y sin la ayuda de Dios, el camino es mucho más largo y difícil. Solo cuando logré reconciliarme con Él, vi su presencia, su atención y su ayuda en cada día. Aprendí humildemente a aceptar su voluntad, entendiendo que siempre quiere lo mejor para nosotros, aunque no lo comprendamos en ese momento. Espero que mis palabras te ayuden de alguna manera. Muchos saludos.Sé que no es fácil encontrar consuelo o alivio cuando perdemos algo tan querido. Pero si estás leyendo esto, es porque aún buscas calmar tu dolor. Todos sufrimos pérdidas, y la ausencia de un ser querido puede dejarnos un vacío y una tristeza inigualables. Lo que nos diferencia es la forma en que manejamos la situación. Solo el tiempo, nuestra voluntad y el amor de aquellos que nos rodean nos ayudan a sobrellevarlo y seguir adelante. A veces, las cosas simplemente suceden y tenemos que aceptarlo sin resentimientos ni intenciones de cambiar el destino.

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