SacramenteEl Sacramento del Altar Rito y Ritual de la Reserva y Exposición del Santísimo
Arrodillado: Con la Luna y el Santísimo Sacramento en la custodia, el sacerdote se postra ante el altar. Desde allí, dirige a los fieles en el siguiente canto.
ADORACIÓN
¡Oh Señor!, mi deseo es recibirte con la misma pureza, humildad y devoción que tu santísima Madre mostró al recibirte. Con el mismo fervor y espíritu que los santos, quisiera acoger tu presencia en mi corazón.
Busco, mi Dios, acoger tu amor y tu gracia en mi vida, al igual que lo hizo tu Madre María. Con todo mi ser, sinceramente y con gran fervor, deseo recibirte, al igual que lo hicieron los santos en su vida terrenal.
Deseo recibirte, oh Señor, con plena convicción y devoción, como lo hicieron los santos y tu bendita Madre. Que mi espíritu esté lleno de pureza y humildad al acoger tu presencia divina.
Con gran anhelo, Señor, deseo recibirte en mi ser y ser parte de tu amor infinito. Que mi devoción y fervor por ti sea como el de los santos, y que mi corazón sea puro y humilde, al igual que el de tu santísima Madre.
BENDICIÓN EUCARÍSTICA
Una vez finalizada la oración, el religioso a cargo, ya sea el sacerdote o el diácono, toma el paño sagrado y hace una genuflexión ante el altar. Luego, con gran reverencia, toma la custodia o el copón que contiene el Sacramento y sin pronunciar ninguna palabra, realiza una señal de la cruz sobre el pueblo presente en la ceremonia.
Alabemos al Señor, todas las naciones, aclamemos su nombre, ¡oh pueblos!
Su bondad hacia nosotros está confirmada, susericordia nunc et in aeternum.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Bendición a través de la Eucaristía
Arrodillándose: Una vez finalizada la adoración, el sacerdote o el diácono se acercan al altar y realizan una genuflexión antes de arrodillarse. Durante este momento, se entona un himno o cántico eucarístico.Antes de la incensación, si el ministro lo considera necesario, puede realizar alabanzas de desagravio como muestra de respeto al Santísimo Sacramento. Es importante que estas alabanzas se realicen antes de la bendición, que debe ser lo último que se realice antes de la reserva del Santísimo.
ALABANZAS DE DESAGRAVIO
Alabado sea Dios.Su santo Nombre sea glorificado.
Gloria a Jesucristo, verdadero Dios y Hombre.
Honrado sea el Nombre de Jesús.
Su Sagrado Corazón sea bendecido.
Su Preciosa Sangre sea alabada.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento.
Alabado sea el Espíritu Santo, nuestro Consolador.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Honrada sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Glorificada sea en su Asunción.
Alabado sea el nombre de María, Virgen y Madre.
Bendito sea San José, esposo fiel de María.
Alabado sea Dios en sus Ángeles y Santos en el cielo y en la tierra.
LA RESERVA
Bendición y Reserva del Sacramento
Una vez finalizada la ceremonia de bendición, el sacerdote que la impartió o cualquier otro sacerdote o diácono, procederá a reservar el Sacramento en el tabernáculo. En ese momento, se hará una genuflexión para mostrar respeto hacia la presencia de Dios. Si el momento es oportuno, el pueblo también puede hacer alguna aclamación en señal de gratitud.
Retirada del Ministro
Por último, el ministro se retirará, dando por terminado el acto de bendición y reserva del Sacramento.