La pintura que cautivó al mundo La tormenta en el mar de Galilea

La pieza "La tempestad en el océano de Galilea" fue creada por el artista neerlandés Rembrandt alrededor de 1633, siendo expuesta actualmente en el Museo Isabella Stewart Gardner en Boston, Massachusetts, en los Estados Unidos.

la tormenta en el mar de galilea

Descripción

A los veintinueve años, el famoso artista Rembrandt pintó una escena del evangelio de Marcos en la que una tormenta azota el barco de Pedro en medio del mar. En este cuadro, Jesús aparece sentado en la parte trasera del bote, mientras que uno de sus apóstoles parece implorarle que haga algo para salvarles. Otro apóstol se encuentra inclinado sobre el costado del barco, luchando contra las olas.

Sin embargo, lo que hace que esta obra sea especialmente interesante es que el propio Rembrandt se ha incluido en ella. De esta manera, el artista se pone en la escena, siguiendo la antigua práctica de la lectio divina. Esta consiste en imaginar cómo sería estar en una escena bíblica y preguntarse a uno mismo cómo actuaría, qué vería, qué oiría y qué sentiría. Esta práctica, originalmente desarrollada por Ignacio de Loyola como parte de sus ejercicios espirituales, permite una conexión más profunda con la historia sagrada.

Esta impresionante pintura de Rembrandt también es su único paisaje marino conocido. Datada en 1633, fue creada poco después de que el artista se mudara de su ciudad natal, Leiden, a Ámsterdam. En ese momento, ya se estaba afirmando como el principal pintor de retratos e historias de la ciudad. El estilo temprano de Rembrandt se refleja en la detallada representación de la escena, las variadas expresiones de las figuras, la pincelada cuidadosa y los colores vivos. De hecho, en el siglo XVIII, críticos como Arnold Houbraken solían preferir este período temprano, más detallado y descriptivo, al estilo posterior y más amplio del artista.

Descripcióneditar

La obra pictórica expone uno de los primeros milagros realizados por Jesús, específicamente el que se relata en el evangelio de San Marcos, en su capítulo cuarto. En esta ocasión, Jesús calmó las aguas durante una tormenta en el mar de Galilea. Es la única representación marina del talentoso pintor holandés. Se trata de una creación de su juventud, en la que se autorretrata ocupando uno de los catorce lugares en el bote, quién sostiene la cuerda del mástil y dirige su mirada hacia el espectador.[1]​

La obra resalta un bote desbalanceado por la violencia de la tormenta en el mar de Galilea. En su interior se ve a Jesús rodeado por sus apóstoles y la figura de un tercer personaje, que resulta ser Rembrandt en el centro del cuadro.[1]​

En esta escena, Jesús se destaca por su rostro sereno y tranquilo, mientras les pide a sus apóstoles que demuestren su fe en medio del peligro. A la izquierda, Rembrandt presenta a un grupo de discípulos luchando contra la tempestad, mientras que a la derecha se ubica otro grupo que rodea a Jesús y se muestra más sosegado ante la situación.[1]​​

Robo de la obraeditar

El desafortunado incidente ocurrió en la madrugada del 18 de marzo de 1990, cuando una valiosa obra de arte fue sustraída por unos astutos ladrones. Los delincuentes se hicieron pasar por agentes de policía y se llevaron el cuadro, junto con otras 12 piezas de arte, en lo que se conoce como uno de los más grandes robos de obras de arte aún no resueltos. La recompensa por información fiable sobre el paradero de estas obras es de 9 millones de euros.

El robo de la obra de Rembrandt en el Museo Isabella Stewart Gardner de Boston

En el Museo Isabella Stewart Gardner de Boston, Massachusetts (Estados Unidos) se encontraba expuesta una obra del famoso pintor holandés Rembrandt. Lamentablemente, actualmente esta obra se encuentra desaparecida debido a un robo.

El 18 de marzo de 1990, en una madrugada, los ladrones lograron su cometido. Se presentaron en el museo disfrazados de policías y se llevaron no solo el cuadro de Rembrandt, sino también otras 12 obras de arte. Este robo es considerado uno de los mayores casos sin resolver en la historia del arte.

La pintura en cuestión representa uno de los primeros milagros de Jesús. Más específicamente, se trata de la historia relatada en el capítulo 4 del Evangelio de San Marcos. En ella, se narra cómo Jesús logró calmar las aguas en una tormenta en el mar de Galilea.

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