Conoce más sobre la vida de María Ostiz en el Opus Dei
A pesar de su breve incursión en el mundo de la música y de su ausencia de lanzamientos discográficos en los últimos treinta años, María Ostiz (nacida en Avilés en 1944) afronta con entereza las burlas que la tildaron de monja y los rumores que la vinculaban con el Opus Dei. Sin embargo, a mediados de los años sesenta, cuando actuaba bajo el nombre artístico de Lorella junto a Los Shakers, las revistas especializadas la elogiaban por su estilo diferente, vanguardista y único. Una década más tarde, la voz de María Ostiz sería el acompañamiento musical de las primeras elecciones democráticas en España, entonando "un pueblo es, abrir una ventana por la mañana y respirar...".
Tres epifanías
¡Hola! Aunque anteriormente he enviado dos escritos que no han tenido la aprobación de esta excelente página, no puedo evitar, a raíz de lo leído en otras contribuciones, compartir algunos recuerdos de mi inútil experiencia en la secta conocida como Opus Dei. Por cierto, este nombre ya es todo un manifiesto de arrogancia que, además, roza la blasfemia. Pero dejemos eso a un lado y centremos en la microhistoria, por ahora al menos dejando de lado la ideología. Aunque sin esperanza de que se publique, lo envío para que alguien lo lea y obtenga algo de consuelo...
Yo era un pobre numerario, recién iniciado, abrumado por lo que sabía que me esperaba. Ahora quiero contar mis impresiones sobre "el Padre", es decir, el fundador. Lo vi en persona, recuerdo claramente tres veces. Debo decir que mi impresión, que no ha cambiado en cuarenta años, es que era un hombre extremadamente grosero, sin elegancia y con modales toscos. Claramente indiscreto, temperamental y carente de cortesía. Como acertadamente dijo Emilio Romero, parecía más un párroco de pueblo que...
La segunda vez fue en una tertulia en el Aralar, cuando yo ya había abandonado "la casa" para liberarme, pero como no había salido mal, todavía iba de vez en cuando a los centros. Al empezar la tertulia, el director, no recuerdo quién era, un cura, le dijo algo en privado al futuro santo, que todos entendimos como una señal de que podía hablar con total libertad ya que todos éramos de la familia. Me sentí como una diana en cualquier momento, pero nada pasó. El Padre se dirigió a Carlos [...], numerario, persona excelente, estudiante de derecho canónico y hijo de...
Contra los intereses juveniles
La hospitalidad de esta estupenda página ha inspirado en mí la idea de compartir lo que se decía sobre los numerarios de la organización de San Rafael que se dedicaban a atraer a posibles objetivos y alejarlos de las influencias que comenzaban a tener sobre sus jóvenes mentes y corazones. Durante los años cincuenta en España, cuando el país comenzaba a deshacerse de su capa fascista, la presencia de esta organización de Barbastro traía consigo la esperanza de modernización y apertura, lejos de las rudas maneras de quienes llevaban camisas viejas y nuevas...
Los primeros miembros de esta institución que llegaron al antiguo reino pirenaico fueron vistos como destacados modernizadores, y mi hermana me aseguró seriamente que eran de los "más progresistas de la Iglesia". Un famoso clérigo del Aralar, cuyo nombre omitiré, contó que un "cuenco" (como se conocía a los habitantes de la cuenca de Pamplona, distintos de los vascos del norte y los ribereños del sur, conocidos por su astucia) pensaba que el Opus era un grupo liberal pero pronto descubrió que eran en realidad tradicionalistas...
Me aparto del tema principal de este texto para dejar en claro que el Opus no es ni una combinación del integrismo y la tecnología moderna (según Pepín Beneyto) ni tampoco un grupo dedicado a instaurar el reino de Cristo (según Luis Carandell). De ninguna manera. En realidad, en términos generales, el Opus se refleja en aquel famoso chiste de aquel muchacho en edad pubescente, cuyos piadosos padres le preguntan si elegirá la Biblia y una vida consagrada o el dinero y una carrera profesional. El joven ni titubea...
Comienzo de semana de Jan del
Desde mi adolescencia, uno de mis mayores placeres ha sido curiosear entre los expositores de tiendas de discos. Lamentablemente, con la reducción de estos comercios, este placer se ha visto limitado hasta casi desaparecer por completo. Afortunadamente, aún conservo uno de esos templos en el centro de Bilbao: Power Records. Un núcleo resistente donde Jon y Javi, los dueños, siempre están presentes para ofrecer su confianza, conocimiento y, a menudo, risas. Algo que definitivamente no se puede obtener de plataformas como Spotify.
Fue precisamente en una de mis visitas a esta tienda que, entre los vinilos de segunda mano, me sorprendió encontrar la discografía completa de María Ostiz. Este hallazgo resultó en una charla inolvidable con los dueños de la tienda y otros amantes de la música que estaban allí ese día. Entre risas y recuerdos compartidos, surgieron comentarios sobre la vida de la artista, como su fama de beata o la teoría de que se retiró al casarse con Zoco, jugador del Real Madrid.
Intrigado por esta conversación, más tarde en casa decidí rescatar algunos singles de María Ostiz que tenía guardados. Entre ellos, "Aleluya del Silencio", "María Ostiz canta en vasco: Aurtxoa Seaskan" y "Un pueblo es". Escuchando su voz cristalina, que me recordaba a la de Joan Báez, me preguntaba cómo era posible que esta talentosa y aclamada artista navarra cayera en el olvido tan rápidamente. Incluso recordé un personaje de "Crónicas Marcianas" que se burlaba de ella sin piedad.