Oración a San Judas Tadeo aprende a rezar con devoción al santo católico

Oh alabado San Judas Tadeo, apóstol dedicado y amigo leal de Jesús, el nombre del traidor ha sido motivo de que muchos te olviden, sin embargo, la Iglesia te rinde honor y te invoca como patrón de las causas difíciles y desesperadas. Intercede por mí para que obtenga el consuelo y el auxilio celestial en todas mis necesidades, aflicciones y sufrimientos, especialmente (menciona tu petición), y para que junto a los elegidos pueda bendecir a Dios por toda la eternidad en tu compañía.

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Te prometo, bendito apóstol, recordar siempre este gran favor, nunca dejaré de venerarte como mi protector especial y poderoso, y haré todo lo que esté a mi alcance para difundir tu devoción. Que así sea.

Jaculatoria. Glorioso San Judas Tadeo, por amor a Jesús y María, escucha mi oración y protege a mi familia, así como a todos aquellos que fervientemente te invocan.

La plegaria a San Judas en la religión católica Cómo se reza

Promesa y devoción a San Judas

¡Oh bienaventurado San Judas, te prometo siempre recordar este gran favor otorgado por Dios y honrarte como mi especial y poderoso patrón! Con gratitud, fomentaré la devoción hacia ti por siempre.

Que el Sagrado Corazón de Jesús sea venerado y amado en todos los sagrarios hasta el fin de los tiempos. ¡Amén!

La Oración Inicial al Día para San Judas Cuál es

Querido San Judas, te pido que intercedas por mí ante Dios para que pueda fortalecer mi fe, esperanza y amor, y recibir la gracia de Jesucristo. Te ruego por estas intenciones, pero sobre todo para que pueda unirme a ti en el cielo junto a Dios por toda la eternidad. Amén.

Judas, uno de los doce discípulos de Jesús, le preguntó: "Señor, ¿por qué te manifiestas a nosotros y no al mundo?" A lo que Jesús respondió: "Los que me aman guardarán mi palabra, y mi Padre los amará, y juntos haremos morada en ellos".

San Judas es el santo patrón de las causas perdidas y las situaciones desesperadas. Aunque su nombre también es Judas, se le conoce como Judas (no Iscariote) para evitar confusiones con Judas Iscariote, quien traicionó a Jesús, como relata el Evangelio de Juan.

La breve novena de SAN JUDAS TADEO en el Siglo I

Te pido, oh Santo, intercedas ante el Señor para que escuche mi súplica y me conceda la gracia que tanto anhelo. Sé mi protector y guía en este camino de fe, para cumplir con amor y dedicación lo que Dios me pide.

DÍAS1 2 3 4 5 6 7 8 9

Bajo tu santo amparo, oh San Judas Tadeo, confiando en tu gran poder ante el Señor, elevo mi voz para suplicar tu ayuda en este día. Que tu intercesión sea mi fortaleza y mi luz, para alcanzar la gracia que tanto necesito.

Haz que mi corazón se mantenga fuerte y lleno de fe, para enfrentar las dificultades y encontrar en ellas un camino hacia la voluntad de Dios. Oh San Judas Tadeo, tú que conoces el poder del amor y la misericordia de Cristo, intercede por mí y haz que mi oración llegue hasta su trono.

DÍA PRIMERO

San Judas Tadeo,

El Señor te llamó a la gracia del apostolado, y tú correspondiste hasta dar la vida por Él. Intercede por mí, para que yo también tenga la fortaleza de seguir a Cristo y cumplir con su voluntad. Que tu ejemplo de valentía y amor sea mi guía en cada uno de mis pasos, para encontrar la felicidad que sólo Dios puede otorgar.

Oración y devoción a Judas Tadeo en el Siglo I

Durante los primeros tres días de la novena, enfocamos en la figura de San Judas como un sanador poderoso. Recordamos su presencia y testimonios de los milagros que vio Jesús realizar. También nos recordamos de su misión de llevar el amor y la curación de Dios al mundo, tal como Jesús lo hizo.

DÍA PRIMERO: SAN JUDAS, EL SANADOR PODEROSO

Durante los primeros días de la novena, nos centramos en la figura de San Judas como un sanador poderoso. Es recordado como uno de los discípulos que presenció los milagros de Jesús, incluyendo la curación de los leprosos, la mujer con hemorragias y la resurrección de los muertos. Además, Jesús le dio poder y autoridad para sanar y proclamar el Reino de Dios, y San Judas lo hizo junto a otros discípulos.

Es significativo que Jesús confiara en San Judas para realizar estas acciones milagrosas, demostrando su cercanía y amistad con él. Por lo tanto, en el primer día de la novena, recordamos su poder y presencia como sanador, y agradecemos por su entrega a la misión de llevar la curación y el amor de Dios al mundo.

DÍA SEGUNDO: EL TESTIGO DE LOS MILAGROS DE JESÚS

En el segundo día de la novena, nos enfocamos en el papel de San Judas como testigo de los milagros de Jesús. Fue uno de los discípulos que acompañó a Jesús por las aldeas de Israel, presenciando de primera mano su poder de sanación. Se dice que San Judas vio a Jesús curar a los leprosos, sanar a la mujer con hemorragias y resucitar a los muertos.

Además de ser testigo de estos milagros, San Judas también participó en ellos, ya que Jesús les dio poder y autoridad para sanar y expulsar demonios. Esto muestra la confianza que tenía Jesús en San Judas y su papel importante dentro del grupo de discípulos. En este día, recordamos su papel como testigo y participante de los milagros de Jesús, y agradecemos por su fidelidad y entrega a la misión de llevar la curación de Dios al mundo.

DÍA TERCERO: LA MISIÓN DE SAN JUDAS

San Judas fue uno de los discípulos a quienes Jesús encomendó la misión de llevar el amor y la curación de Dios al mundo. En el tercer día de la novena, nos enfocamos en su papel como misionero y portador de la buena noticia de Jesús. Junto a otros discípulos, San Judas fue enviado de dos en dos a proclamar el Reino de Dios y a curar enfermos y expulsar demonios.

El evangelio de Marcos nos cuenta que los discípulos se quedaron admirados al ver sus poderes de sanación, pero Jesús les dijo que se alegraran más por el hecho de tener sus nombres escritos en el cielo (Mc 6:13-16). En este día, recordamos la misión de San Judas como misionero de Jesús, y agradecemos por su valentía y compromiso para llevar la curación y el amor de Dios a todos los rincones del mundo.

La Fuerza de una Oración Eficaz a San Judas Tadeo

Querido Apóstol San Judas, mi fiel amigo de Jesús, me dirijo a ti en estas circunstancias complicadas. Te ruego que intercedas por mí, ayúdame a recordar que no estoy solo/a en mis dificultades. Te pido que te unas a mí en mi necesidad, implorando a Dios que me brinde consuelo en mis tribulaciones, fuerza en mis temores y sanación en mi sufrimiento.

Ruego de súplica a San Judas

¡Oh querido San Judas, fiel discípulo y amigo de Jesús! En estos momentos de tribulación, me encomiendo a ti buscando tu protección y apoyo. Roguemos juntos al Señor, pidiéndole que me conceda consuelo para mi aflicción, valentía para enfrentar mis miedos y sanación en medio de mi sufrimiento. Que nuestra amorosa deidad colme mi ser de gracia, para que pueda aceptar con entereza lo que el destino tiene reservado para mí y mis seres queridos, reforzando así mi fe en el poder restaurador de Dios. Te agradezco, San Judas, por brindarme la promesa de esperanza que me da fuerza para continuar adelante.

Devocionario

Apóstol gloriosísimo de Nuestro Señor Jesucristo, aclamado por los fieles como el divino intercesor en los casos desesperados, te suplico que me hagas sentir tu poderosa ayuda en este momento de gran necesidad. Por tu cercana relación con Jesús, nuestro Señor, y por las pruebas y sacrificios que sufriste por amor a Él, así como por el heroico martirio que soportaste, por la promesa que el Salvador hizo a Santa Brígida de consolar y guiar a aquellos que recurran a tu intercesión, te pido que obtengas de la bondad divina y de la Santísima Virgen María la gracia...

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