La mejor oración milagrosa a la Virgen María para pedir imposibles
En este nuevo día, deseo expresar mi agradecimiento a Dios por permitirme disfrutar de una nueva oportunidad de vivir. Quiero darle gracias, Señor Jesús, por todas las bendiciones que me otorgas. También agradezco que nos hayas dado a tu madre como madre nuestra, quien intercede por nosotros.
Te suplico, Señor Jesús, que, a través de la intercesión de la Santísima Virgen María, tu madre, me concedas el milagro que tanto anhelo. Te pido especialmente por la conversión de mis hijos y mi esposo, para que se acerquen más a ti. Tengo fe en que Tú, Señor Jesús, eres el Dios todopoderoso y puedes hacer posible lo que para mí parece imposible.
Mi corazón se llena de amor al pensar en ti, Señor Jesús, y en tu madre, a quien también amo con todo mi ser. Que nuestros corazones siempre estén unidos en amor y gratitud hacia ti, por todo lo que nos das. ¡Gracias, Señor Jesús y madre nuestra, por todo!
Súplica para alcanzar deseos imposibles
Querida María, Soberana Virgen, gloria de los justos, humilde hija del Padre, pura madre del hijo y amada esposa del Espíritu Santo. Me postro ante ti con amor y te entrego todo mi ser para que lo bendigas. Llena de bondad y clemencia, invoco tu ayuda en estos momentos de amargura para suplicar tus favores.
Madre admirable, portadora de la gracia divina, verdadero consuelo de los afligidos, dulce abogada de los pecadores y presencia constante de Dios. Ten piedad de aquellos a quienes amo, y a través de tu puro corazón, sagrado templo de la Santísima Trinidad y trono de sabiduría, alcánzanos tu bendición.
Eres un océano de bondad, Madre María, y te ruego que el Espíritu Santo construya un nido en nuestro corazón para que descanse en él para siempre. Otórganos aquello que tanto necesitamos, lo que con fervor te pido desde lo más profundo de mi ser, por los méritos de Jesús y los tuyos, en honor a la Santísima Trinidad y para bien de mi alma.
ORACIÓN MILAGROSA A LA VIRGEN MARÍA PARA PEDIR IMPOSIBLES
Súplica para alcanzar deseos inalcanzables
Querida María, Virgen Soberana, fulgor de los justos, humilde hija del Padre, pura madre del hijo, amada esposa del Espíritu Santo. Te adoro y te entrego mi ser para recibir tu bendición. María, llena de bondad y misericordia, me acerco a ti y te invoco en estos momentos de dolor para implorar tu ayuda.
Madre maravillosa, portadora de la gracia divina, verdadero consuelo para quienes lloran, dulce abogada de los pecadores, constante presencia de Dios. Ten compasión de todos aquellos a quienes amo, y por tu corazón inmaculado, santuario y morada de la Santísima Trinidad, trono de tu poder.
Fuente de sabiduría y fuente de bondad, te pedimos que el Espíritu Santo construya en nuestro corazón un nido donde pueda descansar por siempre. Concede lo que tanto necesitamos, lo que con fervor te suplico desde lo más profundo de mi corazón, por los méritos de Jesús y los tuyos, por la gloria de la Santísima Trinidad y por el bien de mi alma.
