Oraciones milagrosas a San Blas para solucionar problemas y enfermedades

¡Oh grandioso san Blas! Fuiste a una cueva para aislarte del mundo y tener una conexión más profunda con Dios. Deseamos encontrar esa misma comunión con Él.

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El mantra efectivo para sanar la garganta

¡Oh admirable San Blas! Tú, que has sido dotado por la gracia divina con el poder de defender a los seres humanos de los males que aquejan su garganta y su salud en general. Imploro tu intercesión para que me liberes de la enfermedad que me aflige. Con tu bondadosa ayuda, mi garganta se mantendrá íntegra y saludable, permitiéndome hablar con claridad y pronunciar gratas melodías en honor a Dios.

Tu santo y bendito nombre, San Blas, es invocado por los creyentes en busca de tu sanación y auxilio. Acudo humildemente a ti, confiando en que utilizarás tu poderosa influencia ante Dios para librarme de cualquier malestar en mi garganta. Que tu gracia me acompañe siempre para poder expresar con facilidad y sin obstáculos las maravillas de nuestro Creador.

Tú, San Blas, eres un símbolo de fortaleza y protección frente a las adversidades. Con humildad y devoción te ruego que me brindes tu protección y me libres de los males y dolencias que aquejan mi garganta. Anhelo poder alabar a Dios sin dificultades, y sé que junto a ti, mi deseo se cumplirá.

En este día, elevo mi plegaria a ti, ¡oh divino San Blas! Confío plenamente en tu bondad y en tu poder milagroso. A través de tu intercesión, aquellos que sufren de dolencias en la garganta encuentran alivio y sanación. Sé mi guía y mi protector, querido santo, y ayúdame a recuperar la salud de mi voz para continuar proclamando tu grandiosidad y la de nuestro Señor. Amén.

Súplica a San Blas para calmar malestar en la garganta

Querido San Blas, hoy acudo ante ti, como reconocido médico y santo mártir, en busca de tu intercesión divina. Te suplico que, por favor, alivies las molestias en mi garganta que estoy sufriendo en este momento y me protejas de cualquier otro mal. Te lo ruego en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina en todos nosotros. Amén.

Oh, grandioso San Blas, tu martirio ha dejado a la Iglesia un valioso testimonio de fe. Te imploro que nos concedas la gracia de preservar dentro de nosotros este don divino y defender, sin temor al qué dirán, tanto con palabras como con acciones, la verdad de esa misma fe que es vilmente atacada y difamada en estos tiempos.

Tú, que con tu poder curaste milagrosamente a un niño al borde de la muerte a causa de una enfermedad en la garganta, ayúdanos en nuestras desventuras y, sobre todo, otórganos la gracia del arrepentimiento y la fidelidad a nuestra Iglesia, para evitar ofender a Dios Todopoderoso. Amén.

Plegaria a San Blas para sanar dolencias en la garganta

San Blas, el protector sagrado de todos los males de la garganta, hoy te invoco en búsqueda de alivio para una extraña enfermedad que está afectando mi garganta. Después de haber visitado a muchos médicos sin encontrar una solución, te ruego que atiendas mis súplicas.Te suplico humildemente que intercedas por mí y me des la fuerza y la curación que tanto necesito. Con gran fe, te pido que me concedas el remedio que mi garganta necesita y que me des la solución a mi problema de salud. Amén.

Súplica a San Blas para solicitar favores

Querido San Blas, tú que renunciaste a la vanidad del mundo y dedicaste tu vida a Dios, te pido humildemente que me ayudes a solucionar todos mis problemas. Tu confianza en el poder de nuestro Señor es inspiradora, y te imploro que intercedas ante Él para concederme este favor que tanto deseo (mencionar la petición). Tu vida estuvo llena de milagros y conversiones, y gracias a tu fe en las palabras del Señor, muchos fueron tocados y creyeron.

Mártir y médico, lleno de bondad y amor, tú que sufriste persecución y tortura por tu firme creencia, te suplico que intercedas por mi ante Dios. A pesar de tu encarcelamiento, continuaste realizando milagros y curando a los enfermos que te lo pedían. Con profunda fe, te pido que cumpla mi petición (hacer la petición).

Oh bendito obispo mártir, te ruego que intercedas ante el trono del Altísimo para que mi petición llegue a sus oídos y sea atendida. Permíteme siempre alabar al Señor, buscar su voluntad, pedir su perdón y misericordia, y recibir fortaleza para servirlo mejor. Que así sea.

Súplica por una sanación milagrosa

Ora por la sanación de (nombre de la persona o mascota enferma)Oh milagroso San Blas, santo valiente que con coraje y determinación enfrentaste las torturas y el martirio por defender tu fe en Cristo, ruega por nosotros ante el Señor y obtén de Él el perdón de nuestros pecados y su divina gracia.Implora por nosotros ante Dios, San Blas, intercede por todos los que sufren y padecen enfermedades del cuerpo y del espíritu, para que sean sanados en nombre de Dios y de su amor infinito. Que tu ejemplo de abnegación y bondad nos inspire a cuidar y amar a nuestros semejantes y a todos los seres vivos.Te suplicamos, santo protector, que escuches nuestras oraciones y nos protejas de todo mal. Concede a (nombre de la persona o mascota enferma) la fuerza y la esperanza necesarias para superar sus dolencias, y que su fe crezca aún más al experimentar tu poder y tu amor.

Que tu presencia y bendición permanezcan siempre con nosotros, oh San Blas, que guiados por tu luz y tu bondad, podamos llevar una vida plena y feliz. Amén.

Identificando al protector de los trastornos tiroideos

Blas de Sebaste, también conocido como Surb Vlasi en armenio, Hágios Blásios en griego y Blasius en latín, fue un médico y obispo que vivió en la histórica Armenia, hoy en día ubicada en la ciudad de Sivas, Turquía. Es venerado como un santo y mártir del cristianismo.

En la Biblia, en 2 Crónicas 7:14, se nos dice que si el pueblo de Dios se humilla, ora, busca Su presencia y se aleja de sus malos caminos, Él oirá desde el Cielo y perdonará sus pecados. Estas palabras dejan claro que la oración es una poderosa herramienta para llegar a Dios y obtener su perdón.

Sor Lucia dos Santos nos enseñó que en la oración se puede encontrar más conocimiento, luz, fuerza, gracia y virtud que en muchos libros o estudios. Por lo tanto, nunca debemos considerar el tiempo que pasamos orando como una pérdida de tiempo, ya que a través de ella Dios nos proporciona todo lo que necesitamos.

Oh Bienaventurado San Blas, Dios te otorgó el poder de proteger a las personas de enfermedades en la garganta y otros males. Te pido que remuevas la enfermedad que me aqueja y mantengas mi garganta sana y perfecta, para que pueda hablar adecuadamente y alabar a Dios en todo momento.

Súplica a San Blas para obtener un prodigio

Estimado obispo y defensor de las almas, te entregaste por completo a llevar cargas pesadas, siguiendo fielmente los pasos de Jesús. Además, con la misma compasión de Cristo, sanaste a numerosos sufridores. Y, después de soportar terribles torturas, ofrendaste tu vida como mártir por amor a Cristo. Que Dios te conceda la curación de estas aflicciones que presentamos bajo tu intercesión. Que así sea, amén.

Rogativa a San Blas para sanar la faringe

La Novena a San Blas consiste en rezarle durante nueve días seguidos, sin interrupción. No hay que dejarla a medias, porque de lo contrario, corre el riesgo de no tener efecto.

"Oh Dios Todopoderoso y eterno, con fervor y reverencia me arrodillo ante Tu Divina Majestad e invoco confiado Tu generosidad y misericordia. Ilumina mi mente con un rayo de Tu luz celestial y enciende mi corazón con el fuego de Tu amor divino. Así podré contemplar las virtudes y méritos del santo en cuyo honor llevo a cabo esta novena, y, siguiendo su ejemplo, imitar la vida de Tu Hijo divino.

Te suplico, además, que, por los méritos y la intercesión de este poderoso Auxiliar, concedas la petición que humildemente te presento, aceptando con devoción que se cumpla Tu voluntad tanto en la tierra como en el cielo. Si esto redundará en Tu mayor gloria y en la salvación de mi alma, te ruego que lo oigas con gusto. Amén."

Introducción

San Blas fue un obispo y mártir de la Iglesia en el siglo III, que sirvió a Dios y luchó por su religión en tiempos de persecución bajo las órdenes del emperador Licinio.

San Blas ejerció como obispo y dio su vida por su fe en una época de gran dificultad para los cristianos, cuando los creyentes eran perseguidos y martirizados por su amor a Dios.

San Blas se dedicó en cuerpo y alma a su religión, demostrando su valentía y su amor inquebrantable a Dios en un momento en que ser fiel a la fe podía llevar a la muerte.

San Blas fue un ejemplo de compromiso y devoción a Dios, defendiendo su religión y manteniendo su fe intacta hasta el final de sus días, convirtiéndolo en un mártir y santo de la Iglesia católica.

Rogativas a San Blas Protector y Testigo

Querido San Blas, gran obispo y mártir de la Iglesia, te imploro que me liberes de este terrible dolor de garganta que me impide llevar una vida en paz.
Sanador bondadoso, tú que salvaste a un niño de la asfixia por una espina de pescado, ruego que me cures con tu infinita misericordia y bondad.
Santo médico del Señor, te suplico que me libres de esta angustia que me aqueja en este momento, y que me concedas la gracia divina que tanto anhelo.
Querido San Blas, gran obispo y mártir de la Iglesia, te imploro que me liberes de este terrible dolor de garganta que me impide llevar una vida en paz.
Sanador bondadoso, tú que salvaste a un niño de la asfixia por una espina de pescado, ruego que me cures con tu infinita misericordia y bondad.
Santo médico del Señor, te suplico que me libres de esta angustia que me aqueja en este momento, y que me concedas la gracia divina que tanto anhelo.

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