Lea la esposa y figura bíblica de Jacob Quién era Lea
La narración de Lea se inicia en Génesis 29. Labán, tío de Jacob, contaba con dos hijas. Lea, la primogénita, poseía ojos “suaves”. Mientras que Raquel, el objeto de amor de Jacob, era la benjamina de Labán y destacaba por su “encantador rostro y gallardo porte” (Génesis 29:16-17).
Descifrando el origen y significado del nombre Lea
Origen del nombre AbimelecEl nombre Abimelec tiene sus raíces en el hebreo original, proveniente de לֵאָה o su trasliteración Leah.
Este nombre tiene varios significados, entre ellos se encuentran cansado, fatigado y también ojo tierno según algunas interpretaciones.
El Relato de la Vida de Lea en las Sagradas Escrituras
La Biblia guarda silencio en cuanto a la madre de Lea y cualquier mención previa a la llegada de Jacob a Harán.
Lea es retratada únicamente como una mujer de ojos delicados, mientras que su hermana Raquel es descrita como una mujer de rostro hermoso, de gran atractivo (Génesis 29:17).
El relato más conocido sobre Lea gira en torno a su matrimonio. Al huir Jacob de la furia de su hermano Esaú, tras haberle arrebatado la bendición de su padre Isaac, llega a Harán y se hospeda en casa de su tío Labán.
Descubre la descendencia de Lea
Lea, madre de siete hijos de Jacob, fue elogiada en el libro de Rut por su papel en la construcción de la casa de Israel (Rut 4:11).
Entre sus hijos se encuentran Rubén, Simeón, Leví y Judá. La rivalidad entre ellos por tener descendencia de Jacob llevó a Raquel a ofrecer a su sierva Bilha a Jacob, lo que resultó en el nacimiento de Dan y Neftalí.
Lecciones que podemos extraer de la vida de Lea
La historia de Lea: una lección de fuerza, amor y misericordia. Lea es un ejemplo representativo de las mujeres que sufren en un mundo donde la falta de amor es una dolorosa realidad. Figura oscura que simboliza el dolor de muchas mujeres maltratadas, despreciadas por su apariencia física, explotadas por su posición social y menospreciadas por su inteligencia. Sus lágrimas silenciosas son testigos de un corazón roto por la falta de amor de su pareja, de su padre, de sus amigos e incluso de sus hijos.
Sin embargo, en medio de su dolor, Lea encontró la fortaleza y el consuelo en Dios, quien siempre está presente en nuestras aflicciones. En su historia, vemos cómo Dios honró y fortaleció a Lea, dándole alegría y fuerza para afrontar cada obstáculo. A través de ella, podemos aprender que Dios siempre está dispuesto a ayudarnos en nuestras pruebas y a darnos la victoria.
Nunca se dio por vencida, a pesar de los desafíos que enfrentó por amar a su esposo. En lugar de ceder ante el desánimo y la envidia, Lea permaneció firme en su amor y su fe. Incluso cuando su amor no era correspondido de la forma que ella deseaba, ella siguió amándolo y luchando por él.
Podemos ver cómo Dios tuvo misericordia de Lea al permitir que Raquel muriera antes que ella (Génesis 35:19), lo que le dio más tiempo para estar con su amado sin rivalidades ni rivalidades envidiosas. En este acto de amor y consideración, Dios nos demuestra su bondad y su intervención en nuestras vidas.
El día a día de Lea junto a su familia
La convivencia entre Jacob, Lea y Raquel en su hogar estaba llena de dificultades debido a la constante rivalidad entre las dos hermanas. Ambas buscaban ganar el amor y la atención de su esposo. Por desgracia, esto causó un gran desequilibrio emocional en la familia.
Sin embargo, según las Sagradas Escrituras, Dios le abrió el vientre a Lea, mientras que Raquel permanecía sin poder concebir durante mucho tiempo. Se puede apreciar claramente cómo Lea anhelaba ser amada y aceptada por su esposo, ya que su desesperación se hacía evidente cada vez que daba a luz a un hijo (Génesis 29-30).
Cuándo murió Lea
Antes de que Jacob emigrara a Egipto durante la época de sequía, se menciona en Génesis 49:31. Luego, en el libro de Rut, Lea es recordada junto a Raquel como una de las fundadoras de la familia de Israel en Rut 4:11.
Rajel La primera impresión
La amenaza de Esav hacia Yaakov desencadenó una petición urgente de su madre Rivka: viajar a su lugar de origen, Harán, para encontrar una esposa. Cuando Yaakov divisó a Rajel en el pozo de Harán, quedó impresionado por ella y comprendió ciertas cosas:
Yaakov se percató de que Rajel era hija de Labán, el hermano de su madre, y que estaba pastoreando las ovejas de su tío.
Incluso en ese primer encuentro en el pozo, Rajel demostró ser una persona muy especial:
"Dio de beber a las ovejas de Labán, su tío y de su madre" (Génesis 29:10).
Yaakov vio en Rajel una conexión con su familia materna. Siendo su pariente por parte de su madre, quizás también percibió en ella una semejanza en cuanto a su personalidad. Además, Rajel era una pastora que cuidaba el ganado de su padre durante todo el día. El nombre Rajel, que significa 'cordero pequeño', reflejaba su delicadeza y dedicación hacia los animales. Además, se describe en la Biblia como "hermosa de forma y de apariencia" (Génesis 29:17).
Lea La primera impresión
La Torá no habla de Lea en relación a Yaakov. Él no la vio, ni la conoció, ni supo nada de ella. A pesar de ser la hermana mayor, no estaba afuera cuidando los bienes de su padre. Como lectores, solo tenemos una breve mención de ella:
"Tenía ojos lánguidos de tanto llorar, porque decían: 'Labán tiene dos hijas y Rivka tiene dos hijos. La mayor se casará con el mayor, y el menor se casará con el menor'. [Lea] lloraba y pedía: 'Que no me toque el mismo destino que el malvado Esav'". (Midrash Bereshit Rabá 70:16).
El nombre Lea significa cansada y agotada, lo que sugiere que ella estaba "harta" de la vida. Esta es nuestra primera impresión de Lea, una mujer que no se adapta ni acepta su vida y situación. Lloró desconsoladamente por la posibilidad de casarse con Esav, y su nombre refleja una profunda insatisfacción y hastío.
La Matrona de la Suplicación Lea
Lea y su destino
Lea había derramado lágrimas al pensar que su futuro sería convertirse en la esposa de Esav, un hombre malvado. Sin embargo, no se quedó en una triste pasividad, sino que dirigió activamente su dolor hacia Dios, el dueño de todos los destinos.
Cuando se presentó la oportunidad de casarse con Yaakov de forma engañosa, Lea lo vio como un salvavidas enviado por Dios en respuesta a sus plegarias. No podía permitirse el lujo de desaprovecharlo. Tal vez, cuando Yaakov se dio cuenta del engaño, ella quiso decirle: "Al igual que tú consideraste necesario engañar a tu padre para obtener las bendiciones de primogénito, porque era la forma correcta de asegurar tu futuro, destino y propósito, yo también debo ser parte de la nación..."
La situación de Lea no era fácil. A pesar de desear este resultado, se casaba con alguien que no lo sabía, que no la amaba y que había trabajado siete años para casarse con su hermana. Lea, cuyo nombre significa cansancio, tuvo que superar con gran fortaleza todos los obstáculos que se le presentaron en el camino.
Nupcias y Transformación
… costa de su propia felicidad. Así que cuando Labán trajo a Lea a la ceremonia nupcial en lugar de ella, Rajel no pudo evitar sentirse preocupada por su hermana menor. A pesar de que ella y Yaakov planeaban todo, Rajel no podía imaginar dejar que Lea fuera humillada públicamente.
De repente, Rajel decidió actuar. Con valentía, le susurró a Lea las señas para que pudiera casarse con Yaakov en lugar de ella. Rajel no podía soportar ver a su hermana pasar por esa vergüenza. Su compasión era más fuerte que su deseo de casarse con el hombre que amaba.
La historia de Yaakov y Rajel muestra cómo el amor verdadero no solo se preocupa por uno mismo, sino que también considera los sentimientos y el bienestar de los demás. Rajel estaba dispuesta a sacrificar su propia felicidad por el bienestar de su hermana. Esta es una lección poderosa sobre la importancia de empatizar y preocuparse por los demás en nuestras relaciones.
Rajel la oveja pequeña
Rajel anhelaba ser madre y estaba frustrada por su incapacidad para tener hijos. En su desesperación, le pidió a Yaakov que le diera hijos, incluso si eso significaba recurrir a su sierva Bilá. Esto no solo era una muestra de su deseo de ser madre, sino también de su determinación de no ser privada del honor y la dignidad de tener hijos. Pero la respuesta de Yaakov revela una verdad importante: él no podía darle hijos a Rajel, solo Dios lo podía hacer. Esto le recordó a Rajel que era Dios quien controlaba su destino y que ella debía confiar en Él para cumplir su deseo de ser madre.
Aún así, Rajel sigue presentando una solución: ofrecer a su sierva Bilá a Yaakov como una esposa secundaria, esperando que de esta forma también ella pueda construir su familia. Este gesto demuestra la determinación de Rajel para ser madre y la importancia de la maternidad en su vida. Además, a pesar de sus sentimientos encontrados, Rajel estaba dispuesta a ayudar a Yaakov a construir su familia, incluso si eso significaba renunciar a su posición como única esposa.
Este pasaje nos muestra el conflicto en la relación entre Rajel y Yaakov, pero también destaca la fortaleza y determinación de Rajel en su deseo de ser madre. Además, nos recuerda que nuestras vidas están en las manos de Dios y que debemos confiar en Él para cumplir nuestros anhelos y deseos más profundos.