Triduo a San Expedito: La milagrosa oración de 3 días para obtener su ayuda

El triduo es una devoción que se lleva a cabo por un periodo de tres días seguidos en situaciones urgentes que necesitan una solución pronta. Esta práctica se origina en el Triduo Pascual, lapso de tiempo en el cual la liturgia de la religión cristiana católica y no católica honra la pasión, crucifixión y resurrección de Jesús de Nazaret, y representa el momento más importante de la Semana Santa y del año litúrgico.

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Plegaria para el TERCER DÍA

San Expedito, te ruego que, de la mano de Jesús, me concedas el milagro de acabar con todas mis deudas de una vez por todas. Además, que cada día sea más próspero y feliz... Amén.

Por favor, San Expedito, intercede por mí en mi petición, tú que eres el protector de las causas urgentes e imposibles. Te imploro que tus manos benditas guíen mi camino hasta que consiga reunir el dinero necesario para pagar mis deudas.

Te pido, San Expedito, que intercedas también por mis hijos, velando por su salud y protección. Igualmente, que bendigas a mis nietos. Dame fuerzas, valor y valentía para acudir a confesarme. Te doy las gracias de antemano.

San Expedito, confío en tu poder y en tu bondad. Por favor, no me abandones y ayúdame en esta difícil situación. Bendíceme con tu amor y tu protección. Amén.

Plegaria al Santo Expedito para la primera jornada

No puedo dejar de llorar. Mi rostro refleja una gran desilusión y angustia. Mi alma anhela que puedas ayudarme, pero actualmente no tengo la fuerza para seguir adelante.

Ante ti, San Expedito, me presento para implorar tu ayuda. Te confío mi vida sin reservas, esperando que puedas aliviar mi dolor lo antes posible. Deseo fervientemente que mi corazón vuelva a encontrar la fe y la esperanza, y que nunca me desvíe del camino de nuestro Señor.

Súplica a San Expedito durante el Tercer Día

El coraje de San Expedito es evidente, lo cual te llevó a ser un fiel seguidor de Dios y a vencer cualquier obstáculo.

Eres un ejemplo de fortaleza, siempre superando las adversidades y acabando con el mal y la crueldad. Tu presencia trae amor incluso a las almas más frías y crueles, demostrando que eres único, San Expedito.

Con tu compañía, todo parece posible. Así que te pido, oh gran San Expedito, que reces por mí y por mi familia para que podamos alcanzar la paz.

Triduo a San Expedito

Querido Padre,

Sólo a ti te he ofendido, mi dolor y vergüenza. Me esfuerzo en ser bondadoso con los demás, evitando dañar o causar dolor. A pesar de ello, sólo a ti te he herido profundamente con mi traición y acciones. Reconozco que he transgredido tu ley y desobedecido tu voluntad, causándote pesar.

Señor, te suplico que crees en mí un corazón puro y lo renueves con tu fortaleza. Necesito la alegría de tu perdón para poder compartir con todos la amargura de mi pecado y la bendición de tu misericordia. Que pueda proclamar ante el mundo la grandeza de tu amor y compasión, Padre.

Expedito fue un ejemplar legionario romano y un devoto cristiano, llevando con orgullo tanto su uniforme como la señal de la cruz. El Señor le dio la gracia de la fe y el amor a Jesús, y él aprendió la lección de dar a Dios y al César lo que les pertenece. Luchó con fervor tanto por los intereses y la gloria del imperio, como por los de Jesús, siempre comportándose como un verdadero cristiano.

Oración a San Expedito

¡Oh, mi amado San Expedito! Tú, patrono de las causas justas y urgentes, te ruego con fervor que intercedas por mí ante Nuestro Señor Jesucristo. En este momento de aflicción y desesperanza, necesito tu poderosa ayuda.

Eres conocido como el Santo guerrero, el protector de los afligidos, el salvador de los desesperados y el defensor de las causas urgentes. Por eso, confío en que no me abandonarás en mi situación actual.

Te suplico, San Expedito, otórgame la fuerza, el coraje y la serenidad para afrontar mis dificultades y superarlas con valentía. Confío en que con tu bondad y tu poder, sabrás atender mi petición (indique la petición).Te imploro, ayúdame a salir adelante en estos momentos difíciles en los que me siento desprotegido. Protege a mi familia y líbranos de todos aquellos que puedan hacernos daño. Por favor, atiende mi petición con premura y devuélveme la paz y la tranquilidad que tanto necesito.

En tus manos deposito mi fe y mi esperanza, mi San Expedito. Confío en que siempre me guiarás por el camino correcto y que estarás a mi lado en todo momento. Amén.

Ruego a San Expedito Una invocación de jornadas

Querido San Expedito,
Me dirijo hacia ti para pedir tu intercesión,
Tú que posees un gran poder que recibiste de Dios,
Para escuchar nuestras peticiones y súplicas.
Siempre acudimos a ti en busca de refugio,
Para resolver nuestros problemas y aliviar nuestras penas,
Aquellas que nos abruman y no podemos soportar,
Pidiendo una solución urgente.
En este momento, me acerco a ti sin fuerzas para seguir,
Rogando por tu ayuda y auxilio,
Sabed que confío en que encontrarás una solución,
Mi fe está puesta en ti, ¡oh gran San Expedito!

Súplica a San Expedito para el Segundo Día

Querido San Expedito, me siento en la necesidad de recurrir a ti en esta ocasión. Actualmente, me encuentro cargando un peso que no puedo manejar por mi cuenta. La falsedad, traición y total intolerancia se han presentado en mi vida, impidiéndome seguir adelante. Sin embargo, confío en tu ayuda y apoyo, sabiendo que estás a mi lado. Con tu presencia, nada ni nadie podrá dañarme o detenerme.

Te imploro, San Expedito, que intercedas por mí ante Dios y me des la fuerza y el coraje para dejar atrás estas dificultades. Confío en tu poder sanador y sé que con tu intercesión, podré vencer cualquier obstáculo que se presente en mi camino.

Confío en tu poderoso nombre, San Expedito, y me encomiendo a ti. Ayúdame a mantener mi fe y esperanza, aunque todo parezca oscuro en este momento. Con tu ayuda, nada es imposible y puedo superar cualquier situación. Te agradezco de antemano por estar siempre a mi lado y protegerme con tu poder divino.

Amén.

Biografía de San Expedito

San Expedito, mártir cristiano, vivió durante el siglo IV en la época de Diocleciano, emperador romano que más tarde lo condenaría a muerte. A su vez, San Expedito era el comandante de una legión de soldados que defendía al Imperio Romano de los Bárbaros Asiáticos.

Sin embargo, Dios lo tocó con su gracia en cierto día, iluminándolo con la Luz Divina. Este acontecimiento cambió su vida para siempre, convirtiéndose de inmediato al cristianismo.

En el momento de su conversión, un cuervo se presentó ante él, representando al mal. Le dijo Cras... Cras... Cras... en latín, que significa Mañana... Mañana... Mañana..., tratando de persuadirlo para que dejara su conversión para otro momento. Sin embargo, San Expedito reaccionó con determinación, aplastando al cuervo con su pie derecho y exclamando enérgicamente Hodie... Hodie... Hodie..., que en latín significa Hoy... Hoy... Hoy..., asegurando que no dejaría nada para mañana y que desde ese día en adelante sería un cristiano fiel.

Súplicas a San Expedito

¡Oh, glorioso mártir San Expedito, protector y valiente defensor ante Dios nuestro! Nos acercamos a ti con humildad y confianza para presentarte nuestras súplicas. Tú, que conoces nuestras necesidades más urgentes, te pedimos que las pongas en las manos del Señor y obtengas para nosotros una pronta respuesta. Que hoy mismo podamos sentir tu amparo y protección en medio de nuestras dificultades. Además, rogamos que nos concedas una fe inquebrantable, una caridad ardiente en el amor a Dios y al prójimo, y una esperanza llena de alegría incluso en los momentos más difíciles. Todo esto te lo suplicamos por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Glorioso San Expedito, mártir de la fe, que guiado por la gracia divina viviste valientemente para Cristo, en tu vida, con ejemplos de santidad heroica, y en tu martirio, con una entrega serena y humilde de tu sangre generosa derramada por Él. Te pido, por favor, que me aceptes entre tus devotos, para que confiado en tu poderosa intercesión, presentes al Señor mi humilde petición y sea favorablemente resuelta para gloria de Dios, para resplandor de tu nombre y para mi bienestar espiritual. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

Con fervor y piedad, acudo a ti, San Expedito, para mendigar tu ayuda y restauración (mencionar la causa). Te pido que, por la gracia de Jesús, el Espíritu Santo y nuestro Padre celestial, me concedas lo que imploro con fe y devoción. Te ruego que, mejorando mi vida diaria, puedas obtener lo que más deseo en este momento. Amén.

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