Consagración al Inmaculado Corazón de María en 33 días: Guía paso a paso

Jesús ha concedido revelaciones a un alma a la que Él ha nombrado Agustín del Divino Corazón. Esta persona ha sido elegida como mensajero de los Sagrados Corazones Unidos y Traspasados de Jesús y María.

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Últimos preparativos para la Ceremonia de Consagración

Preparándonos para consagrarnos a María

Después de un mes y medio de dedicado esfuerzo, enfocado en explorar nuestra propia identidad y en conocer mejor a María, llega el momento de realizar el Acto formal de Consagración.

En su obra La verdadera devoción a María, San Luis de Montfort insta a aquellos que hacen la Consagración a realizar penitencia espiritual, como puede ser ayunar, dar limosna o rezar con intención por otros. Además, nos anima a realizar una confesión previa antes de llevar a cabo la consagración formal.

Por último, en el día de la consagración, San Luis de Montfort nos aconseja asistir a Misa, recibir el Santísimo Sacramento y rezar el Acto de Consagración ante el Sagrario o durante la Adoración al Santísimo. De esta manera, nos uniremos más estrechamente a la Madre de Dios.

Índice de contenidos

Consagración es el acto de dedicar un algo a un fin sagrado . El término Mariana se refiere a María, la Santísima Virgen y Madre de Dios . Al unir estas dos palabras, entendemos que la Consagración Mariana es el acto de confiar nuestras almas a María. La vemos como nuestra Madre espiritual y le pedimos que nos guíe en nuestro crecimiento espiritual y nuestra relación con el Señor .

Tradicionalmente, las Consagraciones Marianas consisten en treinta y tres días de preparación, culminando en un Acto formal de Consagración a María el último día. Esta estructura fue establecida por San Luis de Montfort , quien vivió en el siglo XVII y escribió La Verdadera Devoción a María , uno de los libros más influyentes sobre la Consagración Mariana .

Aunque San Luis de Montfort popularizó la Consagración Mariana de treinta y tres días, la gente lleva mucho tiempo acercándose a María para estar más cerca de Jesús. En sus últimas palabras en la cruz, Jesús le pidió al discípulo Juan que viera a María como su Madre . Un recordatorio de que María es una guía y una madre para todos los que buscan una relación más cercana con Jesús.

Tierras devotas a María

Aunque hay muchos que deciden entregarse a María, el Papa también puede consagrar a ciertos grupos o naciones mediante el Acto de Consagración. En la celebración de la Anunciación (25 de marzo de 2022), el Papa Francisco consagró Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María, afirmando:

No se trata de una fórmula mágica, sino de un acto espiritual. Es una demostración de total confianza por parte de sus hijos, quienes, en medio de la angustia de esta guerra cruel y sin sentido que amenaza nuestro mundo, acuden a su Madre. Es como cuando los niños tienen miedo y buscan a su madre en busca de protección. Nosotros también nos acercamos a nuestra Madre, depositando en su corazón todos nuestros temores y dolores, y nos rendimos totalmente a ella. Esto significa confiarle a ese corazón puro e inmaculado, donde se refleja el rostro de Dios, nuestros más preciados tesoros...

El Papa Francisco nos exhorta a orar por la intercesión de María en Rusia y Ucrania durante esta devastadora guerra. Esta confianza en la Santísima Virgen es aquella en la que San Luis de Montfort nos invita a cultivar mientras nos preparamos para nuestra propia Consagración Mariana. Como dijo el Papa Francisco:

El poderoso llamado a entregarnos a María como nuestra Madre

La consagración mariana es la entrega total a Jesús a través de María. Esta consagración nos permite conocer mejor a Jesús gracias al amor de María hacia Él y hacia el mundo entero.

María, como Madre nuestra, es nuestro refugio, guía y alimento. Intercede por nosotros ante Jesús para que vivamos como verdaderos cristianos y sigamos creciendo en santidad. Nos inspira a decir siempre «sí» a la voluntad de Dios, confiando plenamente en Él aunque no sepamos lo que cada día nos depara.

Siguiendo las palabras de San Josemaría Escrivá, «amar a la Virgen significa recibir abundantes gracias que nos ayudarán a vencer en nuestras luchas diarias.» Al consagrarnos a María, le entregamos nuestra vida entera y el mérito de nuestras oraciones para pertenecer por completo a Jesús. También le ofrecemos nuestras pequeñas obras para que, a través de María, puedan convertirse en grandes obras para la gloria de Dios.

El momento adecuado para iniciar una devoción a María

La disciplina es un elemento clave para realizar una Consagración Mariana. Antes de iniciar el Acto de Consagración, es importante evaluar si es el momento adecuado para hacernos ese compromiso con María. Es recomendable orar al Espíritu Santo para que nos guíe en nuestro discernimiento. Al fin y al cabo, se trata de un compromiso de por vida con la Virgen.


En Hallow, tienes la posibilidad de comenzar una consagración mariana cualquier día del año, aunque es aconsejable que reflexiones bien antes de elegir la fecha para comenzar. Realiza este compromiso en una etapa de tu vida en la que puedas dedicarte completamente a crecer en la devoción a Jesús a través de María, Nuestra Madre. Recuerda que siempre podrás acceder a la consagración mariana de 33 días a Jesús por María en nuestra aplicación.

El Acto de Consagración

Una Consagración a Jesús a través de María

Querido y amado Jesús, tú, el verdadero Dios y hombre, el hijo único del Padre Eterno y de María, siempre virgen, eres digno de toda nuestra adoración. Te veneramos profundamente tanto en la eternidad junto a tu Padre como en el seno virginal de tu santa madre durante tu encarnación.

Te damos infinitas gracias porque por amor a nosotros, te humillaste a ti mismo y te hiciste esclavo, redimiéndonos de la cruel esclavitud del diablo. Te alabamos y glorificamos por haber escogido someterte a María, tu madre santa, para hacernos fieles a través de ella.

Nuestra gratitud a San Luis de Montfort y adaptada por Hallow

Nos sentimos sumamente agradecidos con el hermano Scott Smith por haber compartido su traducción del Acto de Consagración de San Luis de Montfort. Esta oración, inspirada en el amor y devoción a María, significa un profundo compromiso con Jesús y con nuestra fe.

Reconociendo la divinidad de Jesús y su humildad

Jesús, tú que eres verdaderamente Dios y verdaderamente hombre, mereces toda nuestra adoración y amor. En tu humildad, te hiciste uno de nosotros y nos enseñaste con tu ejemplo a someternos a tu santa madre, María, quien desde el principio fue elegida por Dios para ser la madre de nuestro Salvador.

Jesús, nuestro redentor y protector

Te damos gracias, Jesús, por haber tomado la forma de esclavo para rescatarnos de los lazos del enemigo. Sabemos que tú eres nuestro protector y redentor, y que por tu amor inmenso por nosotros, te sometiste a María para que a través de su interceder nuestros corazones se llenen de amor y devoción hacia ti.

Una vida de fe a través de María

Jesús, encomendamos nuestras vidas a través de María a ti. Queremos vivir como tus hijos, siguiendo tus enseñanzas y cumpliendo con tu santa voluntad. Te pedimos que nos llenes de sabiduría y fortaleza para reconocer y aceptar tu amor en nuestras vidas a través de María, quien nos guía hacia ti en todo momento.

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