Oración a San José por un final en paz y amor
¡Qué dichoso eres, gran hombre de bien, el afortunado José, quien tuvo el privilegio de no solo presenciar y escuchar al Ser divino, al cual tantos monarcas deseaban ver y no pudieron, escuchar y no pudieron escuchar, sino también de abrazarlo, besarlo, vestirlo y cuidarlo!
Oraciones a San José
¡Oh dulcísimo custodio de las Sagradas Familias, protégenos con tu bendición, líbranos de todo mal y peligro, y concédenos a tierno amor por Jesús y María, como tú lo tuviste en tu corazón. Ayúdanos a ser una familia unida, llena de amor y de paz, siguiendo siempre los caminos de Dios, llevan la alegría y el amor a todos los que nos rodean. Porque tú, San José, eres nuestro modelo de amor y sacrificio, y confiamos en tu intercesión ante Dios. Amén.
¡Oh amado Padre San José! Con la firme confianza en tu valioso poder ante la Santísima Trinidad y María, te imploro que intercedas por mí y me concedas la gracia que tanto necesito (hágase aquí la petición). Querido San José, encomendamos a tu amparo a nuestra familia, para que cada uno de nosotros pueda vivir en total fidelidad al Espíritu, escuchando y cumpliendo la Palabra de Dios. Sé para nosotros un ejemplo de amor desinteresado y dedica tu atención en primer lugar a la felicidad de nuestra familia. Amén.
A ti, bienaventurado San José, recurrimos en tiempos de tribulación y, después de haber invocado la ayuda de tu Santísima Esposa, te pedimos con confianza tu patrocinio. Por esa caridad que te unió a la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, y por el amor paternal con el que abrazaste al Niño Jesús, humildemente te rogamos que dirijas tu mirada bondadosa hacia la herencia que Jesucristo adquirió con su preciosa Sangre y, con tu poder y ayuda, alivies nuestras necesidades.
¡Oh tierno protector de las Sagradas Familias! Bendícenos con tu amparo, líbranos de cualquier mal o peligro y haz que tengamos un amor sincero por Jesús y María, tal y como tú lo tuviste en tu corazón. Ayúdanos a ser una familia unida, repleta de amor y paz, siguiendo siempre los caminos de Dios y llevando la alegría y el amor a aquellos que nos rodean. Tú, San José, eres nuestro modelo de amor y sacrificio, y confiamos en ti para interceder por nosotros ante Dios. Amén.
Introducción
San José es conocido como el patrono Universal de la Iglesia, de la buena muerte y de los seminarios. Este hombre fue elegido por Dios para ser el fiel guardián de los tesoros celestiales, que son Jesús y María. Con gran fe y amor aceptó al Niño que había sido concebido en el seno de María y dedicó su vida a ellos, sin importar los sacrificios que tuviera que hacer. No ha habido en la historia un santo más dichoso y un padre más bendecido que él. ¡Imagínate la alegría de San José al tener al Hijo de Dios a su lado!
Aunque San José no pudo presenciar la vida pública de Jesús, es conocido que él mismo tomó al glorioso santo como su abogado y protector. El autor escribe: "No me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer". Realmente es asombroso las incontables bendiciones que Dios ha otorgado a través de este santo, tanto en cuestiones físicas como espirituales. Mientras otros santos pueden otorgar gracia en situaciones específicas, San José siempre está dispuesto a socorrernos en cualquier necesidad, demostrando que Dios nos quiere mostrar que su amor es infinito y está siempre presente en nuestras vidas.
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Oh poderoso protector del linaje humano, amparo de pecadores, refugio seguro de las almas, auxilio eficaz de los afligidos, consuelo grato de los desamparados, glorioso San José, el momento final de mi vida está por llegar inevitablemente, mi alma quizás agonizará con gran sufrimiento recordando mis faltas y culpas, el tránsito hacia la eternidad será difícil, el demonio, mi enemigo, tratará de enfrentarme con todo su poder infernal, para alejarme de Dios por siempre, en lo humano, mis fuerzas serán insignificantes: no tendré a nadie a quien acudir...
Consagración a la Sagrada FamiliaV/. Jesús, José y María.
R/. Os doy mi corazón y mi alma.
V/. Jesús, José y María.
R/. Asistidme en mi última batalla.
V/. Jesús, José y María.
R/. Que en vos encuentre paz mi alma.
Petrición a San José por una existencia final piadosa y pura
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