Salmos para ayunar: Encuentra inspiración y guía en estos 70 versículos bíblicos
Durante el ayuno, puedes encontrar una valiosa oportunidad para alcanzar un crecimiento emocional e introspección. ¿Qué mejor manera de buscar aliento y respaldo que en los Salmos sagrados? Permíteles despertar tu curiosidad, elevar tu espíritu y fortalecer tu ser interior.
Salmos para el Ayuno
Este Salmo es una declaración de alabanza a la grandeza de nuestro Dios Padre. Su gloriosa creación es evidencia de su magnificencia, especialmente en los "cielos", "la luna y las estrellas". David destaca que son "obra de sus dedos" (8:3), mostrando la implicación directa de Dios en su creación.

No hay duda de que la grandeza de nuestro Dios se puede sentir y admirar en su maravilloso universo, creado para que podamos deleitarnos con su belleza y poder. Los cielos y los astros son testigos de su infinita gloria.
El Salmo nos invita a abrir nuestras "puertas" y "portones eternos", para que el Rey de la gloria pueda pasar. ¿Pero quién es este Rey? ¡Es Yahvé, el Dios de los ejércitos! Él es verdaderamente el Rey de la Gloria, manifestando su majestad en toda su creación.
El poder de la unión entre ayuno y oración en la Biblia
La Biblia hace referencia al ayuno y la oración en varios pasajes. Por ejemplo, en Mateo 6:16-18, Jesús nos enseña:
"Cuando ayunéis, no os pongáis a triste cara como los hipócritas, pues ellos lo hacen para llamar la atención. En cambio, tú cuando ayunes, mantén una apariencia radiante y arregla tu cabello, de manera que no sea evidente tu ayuno ante los demás, sino que sea una ofrenda a Dios en secreto. Así tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará."
🍋 Los 7 Mejores Versículos sobre el Ayuno
Por otro lado, en 1 Corintios 7:5, el apóstol Pablo señala:
"No les ordeno que no ayunen, sino que cada uno lo haga a su manera: algunos pueden ayunar un día, otros todos los días de la semana. Cada uno debe decidir qué es lo mejor para sí, sin poner impedimentos a la decisión de sus hermanos."
Finalmente, en Mateo 9:14-15, Jesús responde a la pregunta de sus discípulos:
"¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos y tus discípulos no?" Les explicó Jesús: "¿Acaso los invitados a una boda pueden estar tristes mientras el novio está con ellos? Pero llegará el día en que el novio les será quitado y entonces ellos ayunarán."
Estos versículos nos enseñan que el ayuno es una práctica espiritual que debe ser realizada con humildad y sinceridad, no para llamar la atención de los demás. Además, cada persona tiene libertad para decidir cómo y cuándo ayunar, siempre respetando la libertad de los demás hermanos en la fe. Por último, debemos recordar que nuestra alegría debe provenir de la presencia de Dios en nuestras vidas, no de nuestras prácticas religiosas.
Isaías
El Señor es buscado arduamente día a día, como si fuera una nación justa y fiel a sus mandamientos. Sin embargo, sus acciones demuestran lo contrario.Sí, piden decisiones justas y buscan acercarse a Dios, pero además le reclaman, preguntando por qué ayunan si él no parece tomar en cuenta su sacrificio.El día de ayuno, en lugar de mostrar arrepentimiento y humildad, se dedican a hacer negocios y explotar a sus obreros. Incluso ayunan solo para pelear y discutir, sin buscar la paz que Dios desea de nosotros.Si ansían que sus oraciones sean escuchadas, ayunen de verdad, pero no como lo han estado haciendo hasta ahora.Dios no está contento con un ayuno superficial y vacío, sino con uno en el que se entregue un corazón sincero y anhelante de agradarle. Es necesario tener una relación íntima con él para entender cómo él desea que ayunemos.[Voz Humana] El Ayuno Para La Liberacion y El Avance
Zacarías
El Señor Todopoderoso habla: "Los ayunos de los meses cuarto, quinto, séptimo y décimo serán una oportunidad para regocijarse, celebrar y disfrutar de festividades animadas para Judá. Amen la verdad y la paz". (Zacarías 8:19)
Esdras
Cerca del río Ahava, decidí proclamar un ayuno para humillarnos frente a nuestro Dios y pedirle que nos acompañara en nuestro camino, a nosotros, a nuestros hijos y a nuestras posesiones. Esta fue una manera de demostrar nuestra total dependencia de Él y reconocer que sin su ayuda nada podíamos lograr.
Fue un momento de introspección y sumisión a Dios. Nos dimos cuenta de que sin su presencia y guía, nuestro viaje sería difícil y peligroso. Por eso, decidimos confiar en Él para que nos acompañara y protegiera en cada paso que diéramos.
Nuestro ayuno fue una expresión de fe y confianza en Dios. Sabíamos que sólo Él tenía el poder y las respuestas que necesitábamos para llegar a nuestro destino. No era un acto de desesperación, sino de confiada entrega a nuestro Padre celestial.
Esdras entendió la importancia de colocar nuestras vidas en las manos de Dios. Él nos muestra que, aun en los momentos más difíciles, siempre podemos contar con su amor y protección si nos humillamos ante Él y depositamos nuestra confianza en su poder infinito.
Joel
Convoca un ayuno y reúne a una asamblea solemne en la casa del Señor tu Dios. Reúne a los ancianos del pueblo y a todos los habitantes del país. Clamen al Señor juntos, en unión y con fervor.Ayuno y Oracion para recibir el milagro de parte de DIOS | Palabra de Vida
Que vuestras voces se levanten y alcancen los oídos del Señor en este día de ayuno y asamblea. Convoquen a todos sin excepción, sin importar su edad o posición en la sociedad.
Porque en la casa del Señor se unen las voces de todos, sin distinción. Allí, el pueblo se reúne en comunión para orar por su tierra y su futuro.
Así como dice en Joel 1:14, entreguémonos al ayuno y a la oración en este día sagrado. Invoquemos al Señor juntos, como uno solo, con la certeza de que Él nos escucha y nos guía.
Mateo
Tras su bautismo, Jesús fue conducido por el Espíritu Santo al desierto, con el propósito de ser tentado por el diablo. Allí permaneció ayunando durante cuarenta días y noches, hasta que su cuerpo comenzó a sentir hambre.
El Espíritu guió a Jesús al lugar más inhóspito y desolado: el desierto. Y allí, el diablo lo esperaba para poner a prueba su fe y resistencia. Durante cuarenta días y noches, Jesús no comió ni bebió, preparando su mente y cuerpo para enfrentar las tentaciones que estaban por venir.
Cuando ya habían pasado cuarenta días y noches, Jesús comenzó a sentir los efectos del ayuno en su cuerpo. Su hambre se hizo más intensa y su resistencia disminuyó. Sin embargo, él se mantuvo firme en su propósito y no cedió ante las tentaciones del diablo.
Después de pasar cuarenta días y noches en el desierto, Jesús salió victorioso y fortalecido, demostrando que, a pesar de la debilidad de su cuerpo, su espíritu seguía siendo fuerte y su fe inquebrantable.
El desierto fue un lugar de prueba y preparación para Jesús, quien enfrentó la tentación y salió victorioso, demostrando su carácter y su fe en Dios. Gracias al ayuno y a la guía del Espíritu Santo, Jesús se fortaleció para cumplir su propósito en la tierra: salvar a la humanidad y vencer al diablo.
Daniel
El primer año del reinado de Darío, hijo de Asuero, un rey medo de los babilonios, fue testigo de un momento de gran importancia en mi vida. Como Daniel, logré comprender lo que el Señor había comunicado al profeta Jeremías sobre la desolación de Jerusalén, que duraría setenta años según las Escrituras. Lleno de humildad y reverencia, me entregué a la oración y dirigí mis súplicas hacia mi Dios.
Pero no solo oré, también ayuné y me vestí de luto, sentándome sobre cenizas como símbolo de mi dolor por la situación de mi pueblo. Con el corazón anhelante y en completa entrega a mi Señor, elevé mi clamor en busca de su misericordia y ayuda.
Consciente de la importancia y trascendencia de este momento, no dejé que nada me distraiga o aparte de mi propósito. Fijé mi mirada en el Señor y todo mi ser se rindió ante Él, en un acto de fe y devoción inquebrantable.
Las palabras de Daniel 9:1-3 reflejan mi actitud y disposición en aquel momento crucial, donde mi corazón y alma se unieron en una única petición: la restauración de Jerusalén y la misericordia de Dios para mi pueblo.
Marcos
Jesús llegó a casa y sus discípulos le cuestionaron en privado: ¿Por qué no pudimos expulsar al demonio?
La respuesta de Jesús fue clara: "Este tipo de demonios solo puede ser expulsado con oración y ayuno".
Esta lección enseña la importancia de fortalecer nuestra relación con Dios a través de la oración y el ayuno. Son herramientas poderosas que nos permiten vencer cualquier obstáculo espiritual.
Es importante entender que nuestra lucha no es contra carne y sangre, sino contra fuerzas espirituales enemigas. Por lo tanto, deberíamos ser diligentes en nuestro tiempo de oración y ayuno, buscando la guía y fortaleza de Dios para enfrentar cualquier ataque del enemigo.
En ocasiones, los demonios pueden ser más fuertes y requerirán un esfuerzo mayor de nuestra parte para ser expulsados. Por eso, no debemos subestimar la importancia de la oración y el ayuno en nuestra vida cristiana.