Descubre los mejores 27 versículos de ofrenda agradable según la Biblia
En esta sección, descubrirás citas bíblicas para reflexionar sobre el tema de las ofrendas, acompañadas de breves pensamientos que puedes compartir al momento de presentarlas en la iglesia. No olvides recordar el propósito detrás de nuestras ofrendas al Señor hoy, y únete a tus hermanos en ofrendar con gozo.
Proverbios
Honrar al SEÑOR es reconocer su grandeza y supremacía sobre todas las cosas. Y una forma de hacerlo es ofreciendo nuestras riquezas, ya sean materiales o espirituales, como una expresión de gratitud y adoración hacia él.Los primeros frutos representan lo mejor de lo que hemos obtenido, lo más valioso. Por eso, es importante que seamos diligentes en presentarlos a Dios.
Al hacerlo, nuestros graneros y lagares serán bendecidos con abundancia y nuevas cosechas. Dios es fiel y nunca nos faltará si le honramos con lo que nos ha dado.
Pero más allá de lo material, es esencial que nuestra actitud sea de adoración y reverencia hacia Dios. No debemos dar por obligación o de mala gana, sino con un corazón agradecido y generoso.
Así que honremos al SEÑOR con nuestras riquezas, pues él es digno de toda gloria y alabanza.
Lucas
Dando y recibiendo en abundancia
"Den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante" (Lucas 6:38)
En nuestra vida, es importante tener una actitud generosa. Cuando damos a los demás, podemos recibir en abundancia. Esta es una verdad que se aplica a todas las áreas de nuestra experiencia.
La satisfacción de ayudar a otros
Es gratificante ayudar a otros y compartir lo que tenemos con ellos. Esto no solo nos ayuda a nosotros mismos, sino que también anima a las demás personas a seguir nuestro ejemplo y a compartir lo que tienen con nosotros. Es una cadena de generosidad que puede tener un impacto positivo en nuestra vida y en la de los demás.
¡Sigamos el ejemplo de Dios!
Nuestro Padre celestial es quien mejor nos enseña sobre la generosidad. Él siempre nos provee de manera abundante, no solo con las cosas materiales, sino también con su presencia, su cuidado y su protección. Nunca podremos superar la generosidad de Dios, pero podemos tratar de imitarlo y ser generosos con los demás. No dejemos pasar ninguna oportunidad para dar y ser una bendición en la vida de otros.
Corintios
¡Sean generosos y cosechen abundantes bendiciones! Al igual que el que provee semilla al sembrador, Dios también les proveerá pan para alimentarse, aumentará sus cultivos y les permitirá producir una gran cosecha de justicia. Serán enriquecidos en todo sentido para que puedan ser generosos cuando sea necesario, y así su generosidad producirá gratitud hacia Dios a través de nosotros. Así lo dice el libro de 2 Corintios 9:10-11.Efesios
En consecuencia, debemos seguir el ejemplo de nuestro amado Padre celestial y vivir en amor, tal como Jesús nos amó y se sacrificó por nosotros, ofreciéndose como una ofrenda agradable a Dios.
Siguiendo este mandato, debemos imitar las características amorosas de Dios, nuestro Padre, y llevar una vida que refleje este amor. Como hijos queridos de Dios, tenemos la responsabilidad de demostrar su amor a través de nuestras acciones y actitudes.
Jesús, nuestro modelo perfecto de amor, nos enseñó a amar sin límites y a sacrificarnos por los demás. Al seguir su ejemplo, nos convertiremos en una ofrenda fragante y agradable a los ojos de Dios. Además de su amor incondicional, Jesús se entregó como sacrificio por nosotros, demostrando así su amor puro y desinteresado hacia la humanidad.
Para vivir una vida de amor, debemos estar dispuestos a hacer sacrificios y a ofrecer nuestras vidas como un aroma fragante a Dios. Esto significa que debemos amar a los demás como él nos ama, sin importar las circunstancias o las diferencias.
Que este mandato nos inspire y motive a amar sin límites y a vivir en armonía con aquellos que nos rodean, siempre agradando a Dios con nuestras acciones y actitudes amorosas.
Filipenses
Todo necesitado ahora satisfecho: gracias a Epafrodito y al Señor, no me falta nada. He recibido más de lo necesario y hasta de sobra.
Lo recibido es una ofrenda fragante para mi Dios, aceptada con agrado, un sacrificio digno de Él.
En consecuencia, Dios les proveerá a todos ustedes más allá de sus necesidades, según las gloriosas riquezas que posee Cristo Jesús.
Hechos
En aquellos días, unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía. Uno de ellos, llamado Ágabo, se levantó y profetizó, guiado por el Espíritu, que una gran hambruna se extendería por todo el mundo. Esta profecía se cumplió durante el reinado de Claudio. Al escuchar esto, los discípulos acordaron que cada uno, según sus posibilidades, enviaría ayuda a los hermanos que vivían en Judea. Y así lo hicieron, enviando sus ofrendas a los ancianos a través de Bernabé y Saulo. (Hechos 11:27-30)
Hechos
Unidad y Generosidad en la Comunidad de CreyentesLos seguidores del Señor estaban en perfecta armonía y concordia, teniendo todos la misma mentalidad. Ninguno consideraba sus posesiones como propias, sino que las compartían entre sí. Los apóstoles, con gran autoridad, continuaban testificando sobre la resurrección de Jesús. La bondad divina se derramaba generosamente sobre ellos, ya que no había ningún necesitado en su comunidad. Aquellos que tenían propiedades las vendían y ofrecían el dinero a los apóstoles, para que fuera distribuido según las necesidades de cada uno. (Hechos 4:32-35)
Mateo
Por tanto, si estás ofreciendo tu ofrenda en el altar y te acuerdas de que tu hermano tiene algún resentimiento contra ti, déjala allí frente al altar. Ve primero a arreglar las cosas con tu hermano y luego vuelve a ofrecer tu ofrenda. (Mateo 5:23-24)
¿Estás en medio de presentar tu ofrenda en el altar y recuerdas que tu hermano tiene algo en contra tuyo? Entonces, deja tu ofrenda allí mismo y ve a resolver el conflicto con tu hermano. Luego, puedes regresar y continuar con tu ofrenda. (Mateo 5:23-24)
Cuando estés frente al altar para presentar tu ofrenda, y te des cuenta de que hay una complicación con tu hermano, no insistas. Lo mejor es que dejes tu ofrenda en ese momento y vayas a resolver el problema con tu hermano. Después, puedes volver y ofrecer tu ofrenda libre de cargos. (Mateo 5:23-24)
Recuerda, si estás ofreciendo una ofrenda en el altar y te acuerdas de un conflicto con tu hermano, es importante que lo resuelvas primero. Deja tu ofrenda a un lado y ve a arreglar las cosas con tu hermano. Luego, regresa y presenta tu ofrenda en paz. (Mateo 5:23-24)
Deja tu ofrenda en el altar y ve a solucionar las cosas con tu hermano. Después, puedes volver y presentar tu ofrenda con un corazón reconciliado. (Mateo 5:23-24)
Corintios
Queridos amigos, les animo a seguir destacando en todo lo bueno: en su fe firme, en su manera de expresarse, en su sabiduría, en su dedicación y en su amor por nosotros. Y ahora les pido también que destaquen en ser generosos. (2 Corintios 8:7)
Marcos
Luego, algunos fariseos y herodianos fueron enviados para tenderle una trampa a Jesús, utilizando sus propias palabras. Al llegar, le dijeron con lisonja: Maestro, sabemos que eres un hombre íntegro y que te dejas influenciar por nadie. Enseñas el camino de Dios con verdadera sinceridad, sin fijarte en las apariencias. Pero, ¿es lícito pagar impuestos al césar o no?
Jesús, sabiendo que estaban fingiendo, les respondió con astucia: ¿Por qué intentan engañarme? Traigan una moneda romana para que la vea.
Le llevaron la moneda y él les preguntó: ¿De quién es esta imagen y esta inscripción? "Del césar", contestaron.
Entonces Jesús les dijo: "Pues denle al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios". Así, evitó caer en la trampa y enseñó una lección sobre la importancia de cumplir con nuestras obligaciones civiles y espirituales.
Mateo
Al llegar a la casa, presenciaron la imagen del niño junto a su madre María y se postraron a adorarlo con reverencia. Luego, abrieron sus cofres para presentarle como ofrendas valiosas oro, incienso y mirra.
El pequeño Jesús recibió la visita de los magos, quienes se conmovieron al verlo y no dudaron en honrarlo con sus presentes. Ojalá hoy en día se siga mostrando la misma devoción y generosidad hacia él.
No fue en vano que los magos dedicaron tiempo y recursos a viajar hasta la casa donde se alojaba el niño Jesús. Su corazón estaba lleno de fe y gratitud por su presencia, y no podían dejar pasar la oportunidad de rendirle homenaje.
María, la madre de Jesús, se sentía orgullosa de aquellos hombres sabios que reconociendo la importancia del recién nacido, le traían regalos dignos de un rey. Sin embargo, ella sabía que su hijo era mucho más que eso, era un ser especial y único enviado por Dios.
El oro, el incienso y la mirra que le ofrecieron al niño Jesús, eran símbolos de riqueza, fragancia y curación, respectivamente. Estos regalos proféticos tendrían un gran significado en el futuro de su vida y misión en la Tierra.
El acto de adorar al pequeño Jesús no solo fue una muestra de fe y respeto, sino también un gesto de reconocimiento de su divinidad. Los magos reconocieron que aquel niño no era solo un ser humano, sino el hijo de Dios encarnado en la Tierra.
Aún en la actualidad, debemos seguir el ejemplo de los magos y postrarnos ante Jesús, el rey de reyes y señor de señores. No como una obligación, sino como una demostración sincera de amor y gratitud por todo lo que él ha hecho por nosotros.