Todo lo que necesitas saber sobre el significado bíblico de redimir

La palabra "redimir" tiene su origen en el término latino "redimĕre". Este verbo se refiere a la liberación de una persona de un dolor o penalización. También puede utilizarse para describir el acto de obtener o recuperar algo que había sido perdido o embargado previamente.

redimir significado bíblico

Significado de Redimir

Concordancia Bíblica sobre la Redención

En las escrituras, el término redimir es utilizado para referirse a diversas acciones relacionadas con comprar, rescatar, liberar y salvar. A menudo se traduce del hebreo "gâal" que significa rescatar, comprar de nuevo o recuperar. En griego se usan los verbos "agorázÇ" y "lutróÇ" que significan comprar y liberar por pago de rescate. También se emplean los términos "pâdâh", "kâfar", "lútrsis" y "apolútrsis" que se refieren a la redención.

El acto de redimir tiene varios significados, entre ellos: 1. Comprar de nuevo propiedades o esclavos. 2. Liberar de cautividad física. 3. Redimir del pecado y la esclavitud espiritual. En la ley hebrea, un dueño podía redimir sus tierras vendidas o alquiladas por motivos financieros en cualquier momento (Lv. 25:25). Asimismo, en el libro de Rut, se menciona que Booz podía redimir a Rut y Noemí como uno de los parientes cercanos (Rut 2:20).

Dios también es visto como un redentor en las escrituras, ya que él libera y rescata a su pueblo en varias ocasiones. En el libro de Éxodo, por ejemplo, Dios recuerda al pueblo de Israel que él los ha redimido con brazo extendido (Éxodo 6:6). En Job, el protagonista clama a Dios pidiéndole que lo redima del poder de los violentos (Job 6:23). Otros pasajes también hablan de la redención que Dios ofrece a su pueblo, como en Salmos 25:22 y 34:22.

En el Nuevo Testamento, se mencionan las palabras de Jesús que promete vida eterna y redención para aquellos que crean en él (Juan 3:16). Asimismo, Pablo habla de la redención que tenemos en Cristo mediante Su sangre (Efesios 1:7). Por último, se menciona la redención final de los creyentes en el libro de Apocalipsis cuando se les promete un lugar en el reino de Dios (Apocalipsis 5:9).

Dios es nuestro redentor y él ha pagado el precio por nuestros pecados a través de Jesús, ofreciéndonos redención y vida eterna en Su reino.

La Significación de Redención en las Sagradas Escrituras

La redención es un término que se usa frecuentemente en la Biblia para hablar de la acción de rescatar a alguien o algo de su situación actual. En términos religiosos, la redención significa liberación del pecado y salvación de la condenación eterna.

La Biblia nos enseña que todos hemos cometido pecados y estamos lejos de la perfección de Dios. El pecado nos separa de Dios, pero gracias a la obra redentora de Jesucristo, podemos ser liberados del poder del pecado y de la condenación eterna.

Isaías 44:22 nos recuerda: “Yo he deshecho como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados, vuélvete a mí, porque yo te he redimido”.

Objetivo y Compromiso de Rescatar

En el instante en el que Dios perdonó nuestros errores, experimentamos su bondad. Nos otorgó la libertad, pero a cambio, nos requiere que seamos auténticos hijos suyos. Su propósito es que tomemos conciencia de nuestras malas acciones y asumamos con responsabilidad nuestra entrega hacia él.

Es crucial comprender el gran beneficio que recibimos con esto, ya que Dios nos mostró la verdadera naturaleza engañosa de Satanás. Nos invita a reconocer sus leyes, las cuáles son eternas, innegociables y deben ser cumplidas. Tal como se menciona en Romanos 6:22-24, "Al ser purificados del pecado y servidores de Dios, recibimos el fruto de la santidad y alcanzamos la vida eterna. Porque la paga del pecado es la muerte, mientras que el regalo de Dios es la vida eterna".

Para obtener la redención, es necesario que nos arrepintamos y tengamos fe en nuestro señor. Durante nuestra vida, debemos esforzarnos por mantener nuestra promesa de lealtad, aceptando y reconociendo lo que Dios ha hecho por nosotros. Siempre evitando pecar y actuar de forma dañina hacia nuestros hermanos.

Ejemplo de redimir

El concepto de "redención" en la religión católica

Dentro del rito de la religión católica, el término redención posee un significado específico y profundo. Se entiende como el acto de Jesucristo, considerado Hijo de Dios por la Iglesia, quien ofreció su vida para salvar a la humanidad. Este gesto consistió en permitir que lo crucificaran después de someterlo a torturas atroces.

Se cree que a través de su sacrificio, Jesucristo brindó a la humanidad la posibilidad de alcanzar el Reino de los Cielos y la vida eterna. Este acto de amor y perdón es fundamental en la religión católica y se considera la salvación de la humanidad.

Un ejemplo para comprender la redención

Un empleado que llega dos horas tarde a su trabajo, seguramente provocará enojo en su jefe y podría enfrentar consecuencias negativas. Sin embargo, existen formas de redimirse ante la situación y reparar el error cometido.

Una opción sería renunciar a su hora de almuerzo para estar presente en su puesto de trabajo. Otra posibilidad sería quedarse más tiempo después del horario establecido, cumpliendo así con la cantidad de horas por las cuales está contratado. Estas son solo algunas formas en las que el empleado podría reparar su falta a los ojos de su empleador.

Salvación en el catolicismo

Dentro del rito de la religión católica, se encuentra el concepto de redención, con una significado particular. Este se refiere al acto de Jesucristo, considerado el Hijo de Dios por la Iglesia, al entregar su vida para la salvación de la humanidad. Jesucristo fue clavado en la cruz después de ser sometido a torturas dolorosas, con el objetivo de ofrecer a la humanidad la oportunidad de alcanzar el Reino de los Cielos, es decir, la vida eterna.

Se cree que a través de su sufrimiento, Jesucristo liberó a los seres humanos de la esclavitud del pecado y les otorgó la libertad de convertirse en hijos de Dios. También se sostiene que cuando Cristo llegó al mundo, prevalecía una conciencia pagana y una corrupción moral en la sociedad, por lo que era necesario un cambio para lograr la rehabilitación.

Aunque en la religión judía se considera que la redención puede lograrse mediante una vida santa y siguiendo las enseñanzas de los profetas, la religión cristiana afirma que el verdadero redentor es Cristo Jesús, quien fue crucificado por nosotros, sufrió bajo Poncio Pilatos y posteriormente fue sepultado.

La expiación y el cumplimiento de Cristo

En la religión cristiana, hay un concepto estrechamente ligado a la redención: la satisfacción de Cristo. Se refiere al total perdón de la deuda que los seres humanos tenemos con Dios, que fue asumida en el momento del nacimiento debido al pecado original. Esto se logra a través de la muerte y resurrección de Cristo, lo que implica una reparación de la identidad espiritual de cada persona para garantizar la paz eterna.

Este concepto se menciona en un conocido pasaje del libro de Isaías, donde se describe al siervo de Yahveh, que es Jesucristo, también conocido como el Mesías. Según este pasaje, Cristo fue castigado por su padre debido a los pecados de toda la humanidad, y llevó a cabo su sacrificio con paciencia y amor.

En la ceremonia cristiana, se habla de cómo Cristo cargó con las iniquidades de la humanidad sobre sus hombros (de ahí el símbolo de la cruz), y a través de su sacrificio, ofreció paz al mundo entero, pagando con su vida por los errores de la humanidad.

Últimas palabras

Pedro 1:18-19

Sabemos que no hemos sido liberados de nuestra forma de vivir vacía y superficial, heredada de nuestros padres, con cosas pasajeras como el oro o la plata. Sino que hemos sido redimidos con la preciosa sangre de Cristo, el cordero sin manchas ni defectos.

Corintios 1:30

Pero gracias a Dios, nosotros ahora estamos en Cristo Jesús, quien se ha convertido para nosotros en la sabiduría divina, y en nuestra justicia, santidad y redención.

Tito 2:14

Nuestro Salvador, que se entregó a sí mismo por nosotros, nos ha redimido y purificado de todas nuestras injusticias, para convertirnos en un pueblo suyo, dedicado a hacer buenas obras con celo y devoción.

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